El Síndrome de Münchhausen o cómo creerte tus propias mentiras
Agencias
Se conoce como Síndrome de Münchhausen a un tipo de enfermedad encuadrada en el marco de los llamados “síndromes ficticios”, que son aquellas enfermedades en las que los pacientes desarrollan un imaginario y acaban creyendo sus propias historias ficticias.
El origen del diagnóstico de la enfermedad data de 1951, año en el que el doctor Asher designa por primera vez la entidad patológica.
La enfermedad recibe su nombre por el excéntrico barón de Münchhausen, que pasó a la historia por la exageración con la que dotaba sus historias y vivencias personales. Llegó a afirmar que, tras ser ingerido por una ballena, logró bailar en su estómago.
A partir de estas asombrosas y ficticias hazañas, que incluían cabalgar sobre una bala de cañón, viajar a la Luna y salir de una ciénaga al tirarse de su propia coleta, en 1785 Rudolf Erich Raspe, bibliotecario, científico y escritor alemán, creó a partir de las historias sobre Münchhausen recopiladas y publicadas por un autor anónimo en 1781, el título Narración de los Maravillosos Viajes y Campañas del Barón Münchhausen en Rusia. Raspe creó un personaje literario extraordinario, un antihéroe cómico y bufón que inspiraba cierta pena en algunas ocasiones, un personaje que es ya un reconocido mito de la literatura infantil, heredero entre muchos de Don Quijote de la Mancha y de Los viajes de Gulliver, y que tiene un mensaje filosófico radicalmente opuesto al racionalismo imperante de la época. La primera adaptación cinematográfica de la vida del barón fue un cortometraje dirigido por George Méliès en 1911. Las aventuras del Barón Munchausen también fueron llevadas al cine por el director Terry Gilliam, cineasta e ilustrador perteneciente a los Monty Pithon.
Pero, ¿cómo se logra discernir si es fantasía o realidad?
Bien, para que el paciente sea diagnosticado de forma exitosa han de darse diversos supuestos:
Por un lado, el enfermo debe acusar un patrón de síntomas que, en realidad, son fraudulentos. Por supuesto, siempre hablará de dolencias físicas, más nunca reconocerá la posibilidad de que exista un trastorno de tipo mental.
El Síndrome de Münchhausen no es nunca una simulación, porque el paciente no busca beneficiarse de ninguna situación derivada de la enfermedad. Por el contrario, posee una necesidad psicológica real de ocupar el papel de enfermo.
Se trata de un trastorno psiquiátrico caracterizado por inventar dolencias que pueden ser físicas o psicológicas intencionadamente, de forma patológica.
En ocasiones el paciente llega a provocarse autolesiones; otras veces simplemente se desarrollan síntomas físicos reales que son exagerados por el enfermo para llamar la atención del cuadro médico que le asiste.
Aunque aún hay múltiples teorías, se sabe que es un síndrome de carácter crónico que suele desarrollarse a partir de una primera hospitalización provocada por una enfermedad física real, o bien un trastorno mental.
¿Con qué tipo de síntomas cursa el síndrome?
Uno de los principales problemas a la hora de diagnosticar la enfermedad es, precisamente, el acotar el tipo de síntomas con los que cursa la enfermedad, pues es tan amplio como lo sea el imaginario del paciente. Normalmente, debido al alto número de ingresos hospitalarios, el paciente conoce distintos síntomas y es capaz de desarrollar complejos cuadros sintomáticos por imitación.
El paciente tiende a manifestar dolores inespecíficos, solicitando la administración de analgésicos.
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