El Salvador sin relajar cuarentena pese a fin de estado de excepción
EFE
El Salvador vive este martes su primer día de cuarentena domiciliar para afrontar el COVID-19 sin el respaldo de un estado de excepción, que perdió efecto este medianoche, sin que el país relaje su confinamiento, una medida adoptada para frenar la expansión del virus.
Las zonas comerciales mantienen poca afluencia de personas que buscan abastecerse con alimentos y las calles lucen vacías, mientras que la mayoría de ciudadanos permanecen en sus casas, según pudo constatar Efe en un recorrido por la ciudad de Santa Tecla y San Salvador.
Por otra parte, las autoridades de seguridad mantienen los controles de tránsito en las principales calles del país para verificar que las personas que circulan lo hagan con una justificación.
Solo se permite que un ciudadano por familia salga para comprar alimentos o medicamentos, y los trabajadores, de negocios o empresas indispensables, deben portar una carta que los respalde.
La cifra de contagios del coronavirus SARS-CoV-2 (patógeno causante de la enfermedad del COVID-19) aumentó a 149 en El Salvador, que aún registra solo seis fallecidos a causa del virus, con doce nuevos casos, entre ellos diez locales.
De acuerdo con reportes de la prensa local, entre los contagios se encuentra personal médico de al menos dos hospitales públicos, sin que el Gobierno haya confirmado o desmentido esta información.
NUEVO DECRETO
Para mantener esta cuarentena domiciliar, el Ejecutivo emitió cerca de la madrugada de hoy un decreto que se basa principalmente en el Código de Salud, en la declaración de emergencia nacional y en un fallo de la Sala de lo Constitucional que señala que los ciudadanos están obligados a respetar la cuarentena para contener el COVID-19.
Este decretó tendrá una vigencia de quince días a partir, según el texto, de un día después de su publicación en el Diario Oficial.
Una de las novedades de este decreto es que establece el territorio de El Salvador como «zona epidémica» y señala que «toda persona está obligada a permitir el ingreso de los delegados del Ministerio de Salud, debidamente identificados, para inspeccionar el interior de casas, locales, predios públicos o privados».
Lo anterior, según el documento, con el fin de hacer una «evaluación de medidas sanitarias a adoptar para el combate de la pandemia».
De acuerdo con la directora regional de programas de la organización humanitaria Cristosal, Celia Medrano, el ingreso de los funcionarios «debería de contarse con la voluntad de la población» para verificar si una casa cuenta con las condiciones para que un paciente con COVID-19 pueda guardar ahí cuarentena.
Añadió que el decreto no establece que los cuerpos de seguridad pueden obligar a las personas a permitir el ingreso de personal de salud.
«Constitucionalmente la inviolabilidad a la morada es un derecho que no puede ser sujeto a la suspensión», acotó.
Por su parte, la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) rechazó esta disposición, dado que, a juicio de sus expertos, «puede reñir» con el artículo 20 de la Constitución.
Dicho artículo señala que «la morada es inviolable y sólo podrá ingresarse a ella por consentimiento de la persona que la habita, por mandato judicial, por flagrante delito o peligro inminente de su perpetración, o por grave riesgo de las personas».
ESTADO DE EXCEPCIÓN EN DUDA
La propuesta del Gobierno de Nayib Bukele de ampliar el estado de excepción no recibió el respaldo de los dos partidos mayoritarios en la Asamblea Legislativa debido a las denuncias de supuestos abusos cometidos por las fuerzas de seguridad.
La iniciativa necesitaba de los votos de al menos 56 de los 84 diputados, pero la propuesta del Gobierno únicamente alcanzó el respaldo de 21 legisladores.
Los votos claves los poseía la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha), con 37 diputados, dado que el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) negó sus 23 votos para el estado de excepción desde el inicio.
El FMLN consideraba que la declaración de emergencia nacional le da al Ejecutivo de Bukele las herramientas suficientes para enfrentar la pandemia.
El estado de emergencia vencía este martes, pero fue prorrogado por cuatro días más para dar tiempo a la elaboración de un nuevo decreto legislativo.
El diputado Mauricio Vargas, de Arena, dijo el lunes a la prensa que la prórroga del estado de excepción «no está en discusión».
«La no aprobación de las restricciones (a garantías constitucionales) tiene en el fondo la intención de derrotar el virus del autoritarismo. No podemos dar poderes de excepción al poder (estatal) que abusa de él, que comete arbitrariedades», sostuvo el legislador en declaraciones a un canal de televisión local.
Según información de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), a la que Efe tuvo acceso, se registran al menos 102 casos «vinculados a detenciones arbitrarias y uso excesivo de la fuerza», atribuidos a la Policía y al Ejército.
Se espera que el jueves, el Parlamento se apruebe un nuevo decreto de estado de excepción o se prorrogue la emergencia nacional.