El sacerdote de Notre Dame ve signos de milagros en lo que se ha salvado
EFE
El deán de Notre Dame, Patrick Chauvet, considera que hay «muchos signos de milagros» en lo que se ha conseguido salvar de la estructura y de las obras de la catedral de París, pese al incendio del pasado día 15.
En una entrevista publicada este sábado por «Le Parisien», Chauvet señala en primer lugar «que la Virgen no se haya visto afectada cuando a su alrededor todo se vino abajo».
También que los muros hayan aguantado y que todas las capillas y el deambulatorio, así como «todas las obras de arte de un valor inestimable estén intactas».
Lo mismo con la cruz victoriosa, el órgano y los rosetones y con la corona de espinas, que pudo ser extraída durante el incendio «gracias al valor de los bomberos».
El deán confirma que Notre Dame está salvada, pero también que ahora la prioridad es consolidar las bóvedas -dos tercios de la cubierta ardieron por la combustión de las vigas de roble, que acabaron fundiendo las láminas de plomo de la techumbre- porque «son las que aguantan el conjunto del edificio».
Los primeros trabajos una vez que se enfriaron las cenizas se dedicaron precisamente a tender unas lonas provisionales sobre las bóvedas para protegerlas de las lluvias que han caído desde mediados de la semana.
En el futuro eso será sustituido por una especie de «paraguas» que ofrecerá una cobertura estable durante los años de reconstrucción
Aunque los rosetones no se van a desmontar, sí que se está procediendo a la retirada de una treintena de vitrales superiores en torno a la nave, que quedarán a resguardo de robos y del fuego.
En las aberturas dejadas se instalará en las próximas semanas una plataforma con vigas de 18 metros de largo a más de 30 metros de altura para que los obreros y técnicos puedan trabajar en las bóvedas, que están en situación de fragilidad.
De forma que esa estructura provisional asentada en los muros de la catedral permitirá que se retire el envigado de roble calcinado por el siniestro.
Según explicaron el viernes los copresidentes del Grupo Francés de Empresas de Restauración de Monumentos Histíricos, Gilles de Laâge y Frédéric Létoffé, harán falta «cuatro meses» para consolidar Notre Dame.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se ha fijado el objetivo de una reconstrucción en cinco años.
Pero para esos dos responsables de las compañías especializadas, la etapa esencial es la del diagnóstico porque hace falta tener una idea del estado completo del edificio, dado que algunas piedras todavía amenazan con caer de las bóvedas.
La programación dependerá también del concurso internacional de arquitectura que el Gobierno se ha comprometido a lanzar para decidir qué habrá en lugar de la aguja que ardió y que provocó el hundimiento del crucero.