El riesgo país aleja la confianza y las inversiones extranjeras
Dulce María Rodríguez
El valor del índice de riesgo país de Venezuela es el más alto del mundo, lo que se traduce en un freno para las inversiones extranjeras productivas.
Mientras Venezuela muestra más de 2.000 puntos en el Emerging Markets Bonds Index (EMBI+), elaborado por JP Morgan, la mayor parte de los países de la región sudamericana tienen valores por debajo de 400 puntos.
Mirla Daza, investigadora del Observatorio Gasto Público de Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad, indicó que la concreción de la inversión es el resultado de una seria evaluación que considera las condiciones del mercado, viabilidad técnica, factibilidad financiera, estabilidad institucional, rentabilidad de la inversión y el riesgo-país y es por ello que Venezuela no la tiene fácil respecto a la atracción de capital para inversión.
El riesgo país obedece a factores económicos estructurales y coyunturales que inciden en las expectativas de los inversionistas.
«Muchos son los ingredientes negativos que presenta Venezuela y que inciden en estos resultados, entre los cuales están la dependencia del petróleo, el desmantelamiento del aparato productivo que a lo largo del siglo se ha generado, que impide una reactivación rápida haciendo uso de la capacidad ociosa existente”, precisó la investigadora en el boletín número 29 del Observatorio.
Otros factores que frenan las inversiones en el país son la hiperinflación por la que transita la economía venezolana, la contracción productiva que rondará el 10% para el cierre de año (según estimados del Fondo Monetario Internacional), la opacidad en el manejo de la cosa pública y la insuficiencia de cifras oficiales para realizar contraloría social.
Según Daza también influye la deuda comercial del Gobierno con el sector privado por concepto de importaciones no liquidadas que supera los 12 millardos de dólares, el elevado déficit fiscal y sus rigideces, la insuficiencia de reservas internacionales y las presiones para una significativa devaluación de la moneda además del deterioro de la estatal Pdvsa.
La investigadora alertó que para el rescate económico del país se requiere del apoyo del sector privado, que con sus inversiones genera puestos de trabajo y fortalece el aparato productivo que son los que permiten el crecimiento económico y la recuperación de indicadores sociales, actualmente los peores de la historia en Venezuela.