El Rey de España dirigirá su Mensaje en plena negociación con los separatistas - 800Noticias
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Rey Felipe

Agencias

El Rey está dando este fin de semana los últimos retoques a su discurso más importante del año, el Mensaje de Navidad, que grabará mañana, lunes, apenas veinticuatro horas antes de su difusión durante la Nochebuena por casi todas las cadenas de televisión. Hasta ahora todos los Mensajes del Rey, tanto de Don Juan Carlos como de Don Felipe, han tenido como hilo conductor la defensa de la unidad de España, de la Constitución de 1978 y de la convivencia democrática basada en el respeto a la ley.

La novedad, en esta ocasión, es que Don Felipe dirigirá su mensaje de siempre en un contexto inédito, no porque el Gobierno esté en funciones, pues también lo estaba en 2015, sino porque es la primera vez en la historia de la democracia que el candidato a presidente propuesto por el Rey (Pedro Sánchez) aspira a gobernar con el apoyo de un partido antisistema y antimonárquico (Podemos) y otro separatista y republicano (ERC), cuyo líder está en prisión condenado por sedición y malversación.

En esa negociación con los separatistas, Sánchez busca la investidura y ERC la independencia de Cataluña, y ambas partes tratan de conciliar sus objetivos: encajar una pretensión ilegal dentro de la ley.

Los Mensajes de Navidad del Rey no suelen ir tan pegados a la actualidad política como para que unas negociaciones puntuales entre partidos o la convocatoria de una sesión de investidura le cambien el texto. Por el contrario, las reflexiones de Don Felipe suelen ser de largo recorrido para marcar el camino a seguir, orientar el rumbo, corregir actitudes dañinas, advertir de los principales riesgos que afronta España o recordar lecciones de la historia, al margen de que el Gobierno haya sido investido o esté en funciones.

Un significado particular

No obstante, al coincidir con un contexto tan peculiar como el que se está viviendo en la actualidad, el Mensaje de Navidad del Rey, aun manteniendo el mismo hilo conductor de siempre, podría cobrar un significado particular. Además, no hay que olvidar que, aunque se trata del discurso más personal del Rey, igual que todas las intervenciones del Jefe del Estado, esta también pasa por el Palacio de La Moncloa.

Aunque no hay una norma fija, lo habitual en el Palacio de La Zarzuela es que la grabación del mensaje se realice dos días antes de Nochebuena y coincida con el sorteo del Gordo de Navidad. De esa forma, si surge alguna complicación en el rodaje o Don Felipe se levantara afónico o resfriado ese día, siempre dispondría de un pequeño margen para solventar esos problemas.

Pero este año el 22 de diciembre ha caído en domingo y, además, para este día estaba convocada una huelga de los trabajadores de RTVE, que finalmente fue desconvocada. Estas circunstancias han sido determinantes a la hora de elegir el día del rodaje. Por esas razones, Don Felipe todavía no ha grabado su mensaje y tiene previsto hacerlo mañana. Aún así, cuando termine la grabación, las cámaras y los cables se quedarán instalados en el Palacio de La Zarzuela por si se produjera cualquier acontecimiento importante que obligara a repetirlo. Siempre se ha hecho así, pensando en atentados, catástrofes naturales, grandes accidentes o situaciones sobrevenidas, por lo que esta previsión no se debe a la actual situación política.

El más importante del año

Aunque los Mensajes de Navidad suelen incluir llamamientos a las autoridades, a los partidos políticos y a las instituciones, buena parte de las reflexiones del Rey van dirigidas a la ciudadanía. Y es que se trata del único discurso que Don Felipe dirige a los españoles por televisión en todo el año. La única excepción fue 2017, cuando el 3 de octubre se vio obligado a intervenir para defender el orden constitucional tras el referéndum ilegal de independencia celebrado en Cataluña.

El del próximo martes será el sexto Mensaje de Navidad de Don Felipe y el segundo que dirija con un Gobierno en funciones, como ocurrió en 2015, tras unas elecciones que marcaron el fin del bipartidismo. Ya entonces advirtió de que la pluralidad política «conlleva una forma de ejercer la política basada en el diálogo, la concertación y el compromiso», pero añadió que «la ruptura de la Ley, la imposición de una idea o de un proyecto de unos sobre la voluntad de los demás españoles, solo nos ha conducido en nuestra historia a la decadencia, al empobrecimiento y al aislamiento. Ese es un error de nuestro pasado que no debemos volver a cometer».

El año pasado advirtió de que la convivencia «exige el respeto a nuestra Constitución» y agregó que «la convivencia, que siempre es frágil, no lo olvidemos, es el mayor patrimonio que tenemos los españoles».

Información de ABC.es

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