El Rey de España acudirá en diciembre a la toma de posesión de López Obrador
Agencias
El Rey representará a España en la toma de posesión del nuevo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el próximo 1 de diciembre, según ha confirmado el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en un encuentro con su homólogo mexicano, Luis Videgaray Será la primera ocasión en que don Felipe asista a la toma de posesión de un presidente iberoamericano desde que ascendió al trono, en junio de 2014, aunque lo hizo en múltiples ocasiones cuando era Príncipe de Asturias.
En los últimos años, ha sido su padre, Juan Carlos I, quien ha acudido a los relevos de los mandatarios iberoamericanos, pero en agosto pasado, alegando problemas en una muñeca, el Rey emérito canceló a última hora su asistencia a la toma de posesión del nuevo presidente colombiano, Iván Duque, sustituyéndole la presidenta del Congreso, Ana Pastor.
La toma de posesión de Obrador presenta especial relevancia: México es, con Brasil, el país iberoamericano con el que España tiene relaciones económicas más intensas (6.000 empresas españolas están instaladas en el país azteca, con una inversión acumulada de 62.000 millones de dólares) y al acto del 1 de diciembre han sido invitados más de 20 jefes de Estado, incluidos los presidentes de EE UU y Rusia, Donald Trump y Vladimir Putin.
Sin embargo, México no va a ser una excepción. El Gobierno quiere que Felipe VI represente a España en todas las tomas de posesión de mandatarios iberoamericanos que sea posible. Y ello por varias razones: para no crear agravios comparativos y porque considera que la imagen de Juan Carlos I no representa ya a la España de hoy, personificada en su hijo. La posibilidad de dar mayor protagonismo internacional a Ana Pastor choca con el hecho de que pertenezca a otro partido.
Las tomas de posesión en Iberoamerica son usualmente el escenario de reuniones de líderes regionales en las que España quiere estar representada al máximo nivel, para que los contactos tejidos en ellas resulten provechosos a largo plazo, lo que no pueden garantizar ni Juan Carlos I ni Ana Pastor. El de México será el segundo viaje a América Latina que haga el Rey este otoño, pues en noviembre acudirá a la Cumbre Iberoamericana de Antigua (Guatemala).