El reto independentista y pactos, primer debate entre candidatos en España
EFE
El reto independentista en Cataluña y los posibles pactos entre los partidos con mayor rédito electoral de cara a la formación de un nuevo gobierno en España centraron buena parte del primer debate televisado entre los candidatos de los cuatro principales partidos.
Si España seguirá la senda internacional marcada por el auge de los nacionalismos o no tras las elecciones parlamentarias del próximo domingo, fue uno de los temas fundamentales tratados además de otros de carácter económico como los impuestos, el empleo, las pensiones o el papel de las mujeres y las políticas de género.
El primer debate televisado a escasos cinco días de las elecciones parlamentarias españolas contó con la presencia del actual presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez; Pablo Casado, principal líder de la oposición (PP, centroderecha); Albert Rivera (Ciudadanos, liberales), y Pablo Iglesias (Podemos, izquierda).
En su intervención inicial Sánchez planteó la disyuntiva de si los españoles quieren un país que «siga avanzando o retroceda», en referencia al auge de la ultraderecha de Vox, que se disputa en estas elecciones el voto tradicional de la derecha encabezada ahora por Casado y por el centrismo de Rivera.
Pero en el eje fundamental del debate, y de toda la campaña, se encontraron las aspiraciones secesionistas de un sector de Cataluña, para el que Sánchez aboga por el «diálogo dentro de la Constitución», al igual que Iglesias, mientras que Rivera y Casado abogan por medidas más contundentes.
Y en medio de la discusión, el juicio a los políticos independentistas catalanes, que se desarrolla en mitad de la campaña electoral, y que fue también cuestión a debatir este lunes ante un hipotético indulto si Sánchez se mantiene en el poder.
La unidad de España estuvo muy presente durante el debate, sobre todo en las intervenciones de los líderes del PP y Ciudadanos que acusaron a Sánchez de haberla puesto en riesgo con tal de mantenerse en el poder, mientras que Iglesias les advirtió de que no se puede recuperar la convivencia entre españoles con agresividad.
El presidente del Gobierno español insistió en que su partido defiende un país «en el que caben todos», y dijo sentirse orgulloso de la diversidad, además de animar a sus rivales a trabajar juntos «para unir España en la diversidad».
También reiteró, ante las acusaciones de sus adversarios que «no va a haber ni referéndum de independencia, ni independencia, ni se permitirá la quiebra de la Constitución».
Casado se centró sobre todo en advertir del riesgo en el que se encuentra España por culpa del Gobierno de Sánchez y su pacto con los separatistas y prometió que si gobierna, entre otras cosas, aplicará la Constitución en Cataluña.
«A mi me duele España y que se rompa Cataluña», subrayó Rivera, quien reprochó a Sánchez que reciba y pacte con alguien «totalitario» que como el presidente del Gobierno regional catalán, Joaquim Torra.
También Iglesias afirmó «que le duele España», pero por otros motivos: la precariedad los bajos salarios y señaló que lo importante es poner el énfasis en lo que une a los ciudadanos «que tienen sentimientos diferentes» y reconocer la realidad del país.
«Claro que España es plurinacional y la convivencia no se puede recuperar con agresividad», avisó a los otros candidatos.
También el tema de las mujeres estuvo muy presente en el debate, sobre todo en lo referente a la propuesta del PP para apoyar la natalidad y con ello las pensiones y en la gestación subrogada, que apoya Ciudadanos.
Las últimas encuestas de cara a las elecciones publicadas este lunes, reiteran la posible victoria del gubernamental Partido Socialista (PSOE), pero no despejan las incógnitas sobre la amplitud de ese triunfo o sobre posibles mayorías de Gobierno.
La ley electoral española prohíbe difundir sondeos de opinión desde cinco días antes de los comicios del próximo domingo, por lo que hoy era el último día donde se podían divulgar.
El de este lunes fue el primer debate televisado entre los líderes de los cuatro principales partidos a escala nacional y esa prohibición impedirá medir el impacto de las discusiones en los aproximadamente ocho millones de ciudadanos que se mantienen indecisos, según apuntan las encuestas.
El conjunto de sondeos divulgados por los medios de comunicación entre el domingo y el lunes coincide de forma unánime en que el PSOE quedaría en primer lugar, con entre un 28 y un 31,5 % de los votos, y entre 115 y 139 diputados (actualmente tiene 85), sobre un total de 350 miembros del Congreso.
Sin embargo, los socialistas del actual presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, necesitarán pactar para poder asegurar una mayoría de gobierno.