El Príncipe Harry y Meghan Markle no tendrán la custodia de sus futuros hijos
El Mundo
En caso de que Harry y Meghan Markle decidiesen tener hijos durante su recién contraído matrimonio, ni él ni ella tendrían la custodia de los mismos, al menos desde el punto de vista legal. Así lo ha confirmado una historiadora en la prensa inglesa, que asegura además que tampoco la tienen los duques de Cambridge.
Según una prerrogativa que data del siglo XVIII, la reina Isabel II sería quien tendría la tutela legal de todos sus nietos, incluidos los príncipes George y Louis, de cinco años y tres meses respectivamente, y la princesa Charlotte, de tres años. «La soberana es quien tiene la custodia legal de todos los nietos, se trata de una legislación que data de los tiempos de George I.
Se conocía la ley como La Gran Opinión para la Prerrogativa Concerniente a la Familia Real, y trataba sobre el control del Rey de la educación, el crecimiento y el matrimonio de sus nietos», explica Marlene Koenig en una entrevista con el Sun Online. «Lo hizo porque tenía una muy mala relación con su hijo, el futuro rey George II, por lo que hizo que se aprobase una legislación por la que el rey era el guardián de todos sus descendientes».Esta ley, que sigue vigente a pesar de que tiene 301 años de antigüedad, tiene otra doble lectura: el día que la Reina Isabel II fallezca, será el príncipe Carlos, entonces rey, quien tenga la tutela de todos sus hijos y nietos.
Y no es que se trate de un poder que actualmente se encuentre en desuso, ya que por ejemplo impidió que la princesa Diana viajase con Harry y William a Australia poco antes de su muerte porque no tenía la custodia legal de los mismos.»Cuando Harry todavía era un niño, Carlos pidió permiso a la reina para viajar junto a su esposa y sus hijos a Escocia en avión, a lo que ella accedió.
Técnicamente necesitaban esa autorización, la reina tiene la última palabra en ese tipo de decisiones», explica Koenig, que asegura que ésta también accedió a que el príncipe William fuese a un campamento en América en la década de los 90.De hecho la ley también jugó su papel en 1996 cuando los príncipes Carlos y Diana llevaron a cabo su divorcio, ya que al no tener ninguno de ellos la custodia legal de sus hijos era la Reina quien decidía cómo se llevaría a cabo.
Ambos recibieron la posibilidad de disponer de sus hijos durante 40 días al año e Isabel tuvo en cuenta los deseos de los padres sobre cómo quería que fuesen educados Harry y William porque, a pesar de que se trata más de una mera formalidad, ella es la tutora legal de todos sus descendientes.