El primer hito de la vuelta al mundo de Magallanes
800 Noticias | Foto: Referencial
Comandada por un luso, pero con bandera española, una expedición compuesta por cinco barcos y 260 tripulantes partió en septiembre de 1519 de las costas gaditanas con la intención de lograr una hazaña nunca vista: circunnavegar el planeta atravesando tres océanos. El primer gran objetivo era alcanzar el Pacífico a través de un estrecho que Magallanes había imaginado pero que, a medida que se alargaba la travesía, parecía no existir. Finalmente, la suerte sonrió al portugués.
De Sanlúcar al fin del mundo
Los pilotos voceaban órdenes en el puerto de Sanlúcar de Barrameda para las primeras maniobras de la travesía en la desembocadura del Guadalquivir: “Soltad el cabo del trinquete, en nombre de la Santísima Trinidad, del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, tres personas en un único y verdadero Dios, que estén con nosotros y nos concedan un viaje bueno y seguro, y que nos trasladen y nos devuelvan a nuestros hogares”.
Así se iniciaba la ruta de las cinco naos componentes de la que se llamó Flota de las Molucas, en Sanlúcar de Barrameda el 20 de septiembre de 1519. La marinería desconocía el objetivo exacto de la expedición. Magallanes pensaba que, de saberlo, lo hubieran encontrado imposible y peligrosísimo, por lo que la rebelión sería un riesgo constante. La tradición secretista de los navegantes portugueses también tenía mucho que ver: guardaban con gran celo todo aquello que tenía que ver con rutas, mapas, instrumentos de orientación y otros aspectos que les permitieran mantener su ventaja como los mejores marinos del mundo.
Además de reserva, Magallanes mostró autoritarismo. Exigió a los capitanes de las otras naos que cada día le rindieran cuentas acercando sus embarcaciones a la capitana, la Trinidad, en lo que sin ninguna duda era también un gesto de afirmación de un líder que, al fin y al cabo, era extranjero y estaba rodeado de una tripulación mayoritariamente española. La semilla de la discordia empezó a crecer pronto en la flota por estos comportamientos del capitán.
También es cierto que Magallanes tenía sus razones para actuar así. Cuando arribaron a su primera escala, las islas Canarias, el 26 de septiembre, recibió informaciones de que el rey portugués había ordenado zarpar nada menos que a dos flotas de carabelas para interceptarlo. Así que redujo el tiempo de estancia en Canarias y zarparon a medianoche el 3 de octubre. Además, a la altura de Cabo Verde no ordenó virar hacia el oeste mar adentro, como resultaba habitual, sino que marcó rumbo más hacia el sur costeando África occidental, esperando así despistar a sus perseguidores.
Con información de Muy Interesante
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