El Papa pide perdón por los escándalos de la Iglesia a un grupo de españoles
EFE
El papa Francisco pidió este viernes perdón «por los escándalos que ocurren dentro de la Iglesia» al recibir a un grupo de 1.200 jóvenes españoles a los que ofreció unas palabras en la basílica de San Pedro del Vaticano.
«Estoy contento de decirles unas palabras a ustedes. En primer lugar, les quiero pedir perdón por los escándalos que ocurren dentro de la Iglesia, no solo los escándalos de abusos, escándalos de mundanidad, de apego a valores que no son evangélicos, de incoherencia de vida», dijo el pontífice, en un discurso en español e improvisado.
«Ustedes ven eso y dicen yo me hago ateo. (…) Perdón por escandalizarlos. Siento dolor», agregó.
El papa Francisco acudió a la basílica vaticana, hacia las 17.30 horas locales (15.30 GMT), para dedicar unas palabras a estos jóvenes que forman parte del movimiento católico Hakuna que nació a partir de la Jornada Mundial de la Juventud de Brasil y que desde diciembre de 2017 es una asociación privada de fieles.
Esta asociación ha celebrado hoy en el Vaticano una oración eucarística y momentos antes han podido escuchar unas breves palabras de Jorge Bergoglio.
Francisco lamentó los «errores» que cometen en ocasiones «los pastores» de la Iglesia católica, por ejemplo «cuando un pastor se olvida de ser pastor y se convierte en patrón».
«Ese clericalismo que hace tanto daño, les pido perdón también por eso», subrayó.
En su discurso, el papa señaló que hay tres valores fundamentales que los jóvenes deben tener en cuenta, inconformismo, alegría y compasión. Les pidió que «no se conformen con la vida» y que «salgan al mundo» y sean «protagonistas».
«No sean mediocres, deben armar lío fuera y dentro de las parroquias», argumentó el papa argentino, momentos antes de admitir que la Iglesia necesita a los jóvenes.
«Si no se quedan (los jóvenes en la Iglesia), la Iglesia se queda no solo sin futuro, sino también sin presente», sostuvo.
En cuanto a la alegría, el papa pidió a los jóvenes que estén felices, porque «la tristeza es el ambiente del diablo, lo que necesita para corromper».
Jorge Bergoglio terminó su discurso nombrando la tercera de las palabras, la compasión, para justificar que es distinta a la lástima, porque se basa en acompañar a los que sufren, a los que lo necesitan y también a los ancianos.
«No balconéen la vida. Bajen y caminen la vida. Sean protagonistas», expuso.
El grupo de jóvenes le regaló un cuadro pintado por la artista Matoya Martínez-Echevarría, una medalla y también se comprometieron a ayudar con labores de voluntariado a inmigrantes en Marruecos.
El movimiento está ya presente en veinte ciudades de España y tiene como objetivo extenderse a otros países del mundo, explicó a Efe Jacobo Vázquez, uno de los jóvenes de esta asociación.
«Estamos agradecidos de que el papa nos haya hecho un hueco», dijo por su parte Juan Pasquín, en una semana llena de compromisos para el pontífice, pues se está celebrando el Sínodo de Obispos y el próximo domingo tendrá lugar la ceremonia de canonización del papa Pablo VI y del salvadoreño Óscar Arnulfo Romero.