El Papa pide a católicos españoles «que no tengan miedo de patear las calles»
EFE
El papa Francisco pidió a los miembros de la Iglesia y a los fieles católicos españoles que «no tengan miedo de patear las calles» de ir al encuentro del prójimo «sin juzgarlo, ni condenarlo».
Así lo expresó en un mensaje que envió al presidente de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal Ricardo Blázquez Pérez, con ocasión de la apertura este viernes del Congreso de Laicos en Madrid.
En su mensaje, el papa explicó que los católicos están «invitados a vivir la fe, no de forma individual ni aislada, sino en la comunidad».
«Para ello es fundamental tomar conciencia de que formamos parte de una comunidad cristiana. No somos una agrupación más, ni una ONG, sino la familia de Dios convocada en torno a un mismo Señor», agregó.
La Iglesia española celebra este fin de semana el Congreso de Laicos «Pueblo de Dios en Salida», que reunirá en Madrid a unas 2.000 personas vinculadas a diócesis, movimientos y asociaciones, además de 70 obispos.
El papa «les exhortó a que eviten a toda costa las tentaciones del laico dentro de la Iglesia, como puede ser el clericalismo, que es una plaga y los encierra en la sacristía».
También los invitó a evitar «la competitividad, la rigidez y la negatividad, que asfixian lo específico de su llamada a la santidad en el mundo actual».
«Por lo tanto, no tengan miedo de patear las calles, de entrar en cada rincón de la sociedad, de llegar hasta los límites de la ciudad, de tocar las heridas de nuestra gente», los animó.
Y agregó que la «Iglesia de Dios» es la que «que se arremanga para salir al encuentro del otro, sin juzgarlo, sin condenarlo, sino tendiéndole la mano, para sostenerlo, animarlo o, simplemente, para acompañarlo en su vida».
Durante este Congreso, 200 laicos expondrán sus experiencias y testimonios, habrá 80 grupos de reflexión y el domingo se elaborará un documento de conclusiones finales.
Además, se recaudarán fondos para mejorar la situación de las mujeres en la diócesis de Kumbakonan (India), de las que el 60 % de ellas vive por debajo del umbral de la pobreza.