El papa Francisco ordena proceso penal por abusos de hermanos maristas en Chile
EFE
El papa Francisco ha ordenado la apertura de un proceso penal en la Congregación para la Doctrina de la Fe respecto de las denuncias sobre abuso sexual contra menores por parte de algunos religiosos de la Congregación de los Hermanos Maristas en Chile, informaron este viernes fuentes eclesiásticas locales.
El portavoz de la Conferencia Episcopal de Chile, el diácono Jaime Coiro, precisó en una rueda de prensa que desde la Congregación para la Doctrina de la Fe han dispuesto «acompañar pastoralmente, en nombre de la Iglesia, a las personas que han formulado las denuncias».
En septiembre de 2018, el sacerdote salesiano David Albornoz finalizó la primera etapa de una investigación que reunió antecedentes de abusos sexuales en la Congregación de los Hermanos Maristas, pero hasta ahora la Iglesia chilena no había tomado ninguna decisión al respecto, lo que causó incertidumbre entre los denunciantes de los abusos.
Este viernes Jaime Coiro indicó que la Congregación para la Doctrina de la Fe ha encargado a la señora Pilar Ramírez, directora del Departamento de Prevención de Abusos (organismo de la Conferencia Episcopal de Chile) «acompañar pastoralmente, en nombre de la Iglesia, a las personas que han formulado las denuncias».
«Ha sido la misma señora Pilar quien les ha comunicado estas noticias, por encargo del Dicasterio vaticano, a las personas denunciantes», dijo Coiro.
La decisión del papa Francisco se conoce cuando la Iglesia chilena continúa sacudida por una ola de abusos sexuales, que ha provocado la caída de varios obispos y de otros altos representantes del clero.
Las denuncias contra abusos cometidos en colegios de los hermanos maristas abarcan incluso casos ocurridos hace varias décadas, que nunca antes habían sido denunciados, y la investigación del sacerdote Albornoz apuntó como presuntos autores a siete religiosos de la orden.
El pasado 8 de agosto, la Fiscalía chilena dijo que investiga 148 casos de presuntos abusos sexuales cometidos por personas vinculadas a la Iglesia católica, mientras que el número de víctimas asciende ya a 255.