El Papa dona a Cáritas Italia 100 mil euros para enfrentar el Covid-19
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El Papa Francisco ha hecho un donativo de 100.000 euros, con el fin de ayudar a Cáritas Italiana en sus iniciativas para asegurar el acompañamiento de los pobres y vulnerables, en estos difíciles momentos, mientras en todo el país se adoptan las medidas necesarias para frenar la propagación del COVID-19.
Italia es actualmente el país más afectado del mundo, exceptuando China, y ha impuesto el confinamiento de su población, de 60 millones de habitantes, para frenar la propagación del virus. Hasta el 16 de marzo, se han registrado un total de 2.100 muertos y 28.000 contagiados por el virus en el país.
Los miembros más vulnerables de la sociedad son los mayormente afectados por el COVID-19: los ancianos, los pobres, los enfermos y los sintecho.
«Esta emergencia es una llamada a la solidaridad para todos nosotros, y lo que está surgiendo es el lado más hermoso de Italia», dice Don Francesco Soddu, director de Cáritas Italiana. «Tenemos que enfrentarnos a una situación muy nueva. Hemos organizado servicios a domicilio para repartir comidas y alimentos, hemos puesto en marcha una línea de ayuda gratuita para controlar y responder a las necesidades de las personas que no pueden salir de su casa, como los ancianos, y estamos ayudando a los sintecho y a la población itinerante, en colaboración con la Fondazione Migrantes».
Cáritas Italiana agradece la labor incansable de los voluntarios, que siguen trabajando con dedicación para ayudar a los pobres, en medio de esta pandemia.
En la Italia septentrional, las organizaciones diocesanas y parroquiales de Cáritas Italiana han estado sobrellevando el mayor peso de la pandemia, ya que el epicentro de la misma fue registrado en Lodi, una localidad al sur de Milán. Aquí, un empleado de Cáritas Lodi nos cuenta su experiencia de la situación.
El donativo del Papa Francisco es un nuevo impulso a la respuesta de Cáritas Italiana al COVID-19, tras la contribución de 10 millones de euros a la organización por parte de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
Mientras tanto, el Papa Francisco salió del Vaticano el domingo pasado para hacer una solitaria peregrinación por las calles desiertas de Roma, a dos iglesias de la ciudad, con el fin de rezar por el fin de la pandemia mundial. Una de esas iglesias era San Marcello al Corso, que alberga un crucifijo que se cree puso fin a una de las plagas que ha sufrido Roma.