El Papa denunció la expoliación de países como Mozambique durante su viaje
EFE
El papa Francisco denunció «la expoliación y el despojo» de los recursos de países como Mozambique en general por naciones extranjeras, en el discurso que pronunció ante las autoridades de Mozambique, donde llegó este miércoles para un periplo que le llevará también a Madagascar y Mauricio.
«La defensa de la tierra, es también la defensa de la vida que reclama una especial atención cuando se constata una tendencia a la expoliación y al despojo guiados por un afán acumulativo que, en general, ni siquiera es de personas que habitan estas tierras, y no está motivado por el bien común de vuestro pueblo», manifestó el papa durante su discurso en el palacio Ponta Vermheha, sede de la presidencia.
En este primer acto ante las autoridades de Maputo y tras reunirse en privado con el presidente, Filipe Nyusi, Francisco dirigió sus primeras palabras de «cercanía y solidaridad a todos los que padecieron recientemente los ciclones Idai y Kenneth, cuyas devastadoras consecuencias siguen golpeando a tantas familias, principalmente a aquellas donde la reconstrucción todavía no ha sido posible y que reclama una especial atención».
Hablando en portugués lamentó no poder visitar estas zonas donde murieron cientos de personas, pero aseguró que comparte «su angustia, vuestro dolor y también el compromiso de la comunidad católica para enfrentarse a una situación tan dura».
Gran parte de su alocución estuvo dedicada al proceso de paz de este país que firmó su independencia en 1975 y que vivió 17 años de guerra civil que causaron más de 1 millón de muertos y 4 millones de desplazados.
«Valoro los esfuerzos para la reconciliación y la paz que se están haciendo en el país», dijo Francisco, quien recordó el pasado acuerdo de agosto para el cese definitivo de las hostilidades militares entre el presidente y el líder de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), Ossufo Momade.
«Lo que ha sido un camino de la paz que empezó con el Acuerdo General de 1992 en Roma», gracias a la mediación del movimiento católico de la Comunidad de San Egidio, añadió.
Pero alertó de que «sin igualdad de oportunidades, las diversas formas de agresión y de guerra encontrarán un caldo de cultivo que tarde o temprano provocará su explosión».
Por ello, en este país entre los diez más pobres del mundo, donde un 70 % vive bajo el umbral de la pobreza, exhortó a que «no cesen los esfuerzos hasta que deje de haber niños y adolescentes sin educación, familias sin techo, operarios sin trabajo, campesinos sin tierra».