El papa advierte desde Lituania que se instrumentaliza seguridad y conflictos
EFE
El papa Francisco advirtió sábado de un escenario mundial en el que se están instrumentalizando muchas veces la inseguridad o los conflictos, en su discurso a las autoridades lituanas durante el primer acto de su visita a los países Bálticos.
En su discurso en la explanada adyacente al palacio presidencial ante cientos de personas, Francisco alertó sobre el «escenario mundial que nos toca vivir, en el que crecen las voces que siembran división y enfrentamiento, instrumentalizando muchas veces la inseguridad o los conflictos».
El papa, que llegó este sábado a Lituania y que visitará también Letonia y Estonia, denunció estas voces «que pregonan que la única manera posible de garantizar la seguridad y la subsistencia de una cultura nace buscando eliminar, cancelar o expulsar a las otras»,
Y ante ello recordó la importancia de «albergar las diferencias».
En este sentido, citó el ejemplo de una nación como Lituania que durante su historia «supo hospedar, acoger y recibir pueblos de diversas etnias y religiones, y que todos han encontrado en estas tierras un lugar para vivir.
Francisco había lanzado esta advertencia tras recordar la historia de Lituania, que vivió 50 años de invasión soviética y también la ocupación nazi.
Un país, destacó, que había vivido en paz «hasta que llegaron las ideologías totalitarias que quebraron la capacidad de albergar y armonizar las diferencias sembrando violencia y desconfianza».
«Un siglo marcado por múltiples pruebas y sufrimientos que han tenido que sobrellevar detenciones, deportaciones, incluso el martirio», dijo.
El papa recordó que «esta visita se desarrolla en coincidencia los 100 años de la declaración de independencia» del país.
Celebrar cien años de independencia significa «detenerse un poco en el tiempo, recuperar la memoria de lo vivido para tomar contacto con todo aquello que les ha forjado como nación y encontrar allí las claves que les permitan mirar los desafíos presentes».
Desafíos que deben abordarse, agrego, «en un clima de diálogo y de unidad con todos sus habitantes, de manera que nadie quede excluido».
El pontífice también indicó que el ejemplo de diálogo y de inclusión puede «convertirse en puente de unión entre el oriente y el occidente europeo» y en «fruto de una historia madura, que como pueblo ofrecéis -dijo- a la comunidad internacional y en particular a la Unión Europea».
Sobre todo porque Lituania, señaló, fue un país que sufrió «los intentos de imponer un modelo único, que anulase lo diverso con la pretensión de creer que los privilegios de algunos pocos estén por encima de la dignidad de los otros o del bien común».
Antes del discurso, el papa se reunió en privado con la presidenta lituana, Dalia Grybauskaite.