El Papa aboga por la práctica de la «no violencia» para conseguir la paz
EFE
El papa Francisco abogó este lunes por la práctica de la «no violencia» para conseguir la paz en las relaciones personales, sociales e internacionales, en su mensaje con motivo de la Jornada mundial de la Paz, que la Iglesia celebra el primero de enero.
En el mensaje, que fue publicado hoy por el Vaticano, Francisco hace un elogio de la ideología de la «no violencia» y de los logros obtenidos con su práctica por «Mahatma Gandhi y Khan Abdul Ghaffar Khan en la liberación de la India, y de Martin Luther King Jr. contra la discriminación racial».
«Que la no violencia se transforme, desde el nivel local y cotidiano hasta el orden mundial, en el estilo característico de nuestras decisiones, de nuestras relaciones, de nuestras acciones y de la política en todas sus formas», es el llamamiento del pontífice.
Francisco reitera su concepto de que vivimos actualmente «una terrible guerra mundial por partes» y reflexiona sobre que «no es fácil saber si el mundo actualmente es más o menos violento de lo que fue en el pasado» o si «nuestra época nos hace más conscientes de la violencia o más habituados a ella».
En cualquier caso, agrega, el mundo vive actualmente «guerras en diferentes países y continentes; terrorismo, criminalidad y ataques armados impredecibles; abusos contra los emigrantes y las víctimas de la trata y devastación del medio ambiente».
Por ello asegura que «responder con violencia a la violencia lleva, en el mejor de los casos, a la emigración forzada y a un enorme sufrimiento».
Y que en el peor de los casos, «lleva a la muerte física y espiritual de muchos, si no es de todos».
Francisco pone en su mensaje el símbolo de Madre Teresa de Calcuta como «constructora de paz» y también afirma que «las mujeres son frecuentemente líderes de la no violencia».
Pone el ejemplo actual de «Leymah Gbowee y de miles de mujeres liberianas, que han organizado encuentros de oración y protesta no violenta, obteniendo negociaciones de alto nivel para la conclusión de la segunda guerra civil en Liberia».
El pontífice argentino habla de la Iglesia católica en primera fila «en favor de las víctimas de la injusticia y de la violencia», pero asegura que esto no es patrimonio de los católicos «sino que es propio de muchas tradiciones religiosas».
Un concepto que le lleva a reiterar su mensaje de que «ninguna religión es terrorista» y que «la violencia es una profanación del nombre de Dios».
«No nos cansemos nunca de repetirlo: Nunca se puede usar el nombre de Dios para justificar la violencia. Sólo la paz es santa. Sólo la paz es santa, no la guerra», subraya.
En este sentido, Jorge Bergoglio hace un llamamiento «a favor del desarme, como también de la prohibición y abolición de las armas nucleares: la disuasión nuclear y la amenaza cierta de la destrucción recíproca no pueden servir de base a este tipo de ética».
Asimismo, suplica «que se detenga la violencia doméstica y los abusos a mujeres y niños».
Francisco insta a los líderes políticos y religiosos, a los responsables de las instituciones internacionales, y a los dirigentes de las empresas y de los medios de comunicación de todo el mundo, a «construir la sociedad, la comunidad o la empresa, de la que son responsables, con el estilo de los trabajadores por la paz; de dar muestras de misericordia, rechazando descartar a las personas, dañar el ambiente y querer vencer a cualquier precio».
Y el pontífice asegura que el primer lugar para «recorrer el sendero de la no violencia» es en el seno de la familia.
Francisco concluye su mensaje diciendo que en 2017 «todos podemos ser artesanos de la paz». EFE