El óxido de zinc reduce la eficacia de los protectores solares
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Un nuevo estudio ha revelado que algunos protectores solares que contienen óxido de zinc ofrecen una protección muy limitada contra los rayos solares y pueden incluso ser perjudiciales, según publican en la revista .
Las reacciones químicas en las que interviene el óxido de zinc, uno de los ingredientes principales, hacen que muchos protectores solares pierdan su eficacia tras sólo dos horas de exposición al sol, según este estudio de colaboración entre la Universidad de Leeds, en Reino Unidos, y la Universidad de Oregón y la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos.
Los investigadores piden ahora que se considere la posibilidad de utilizar nuevos ingredientes innovadores como filtros ultravioleta (UV) para ayudar a proporcionar una protección eficaz.
Richard Blackburn, catedrático de materiales sostenibles de la Escuela de Diseño de Leeds, que dirigió la parte del estudio realizada en esta ciudad y colaboró con los dos equipos académicos estadounidenses de Oregón, afirma que es necesario cambiar las prácticas de ensayo actuales, que incluyen el examen de los ingredientes por separado y no como parte de una formulación expuesta a la luz solar.
«Por sí solo, el óxido de zinc es un bloqueador de los rayos UV eficaz e inofensivo –explica el profesor Blackburn–. Nuestra investigación plantea la preocupación de cómo los ingredientes individuales de la formulación reaccionan entre sí durante su uso, y esto no está probado actualmente por la industria».
«Una vez expuesto a la luz solar durante dos horas, el óxido de zinc destruye la protección contra los rayos UVA proporcionada por otros ingredientes –prosigue–. En este contexto, ponerse un protector solar podría empeorar las cosas porque la gente cree que está protegida de los dañinos rayos UV y puede permanecer más tiempo al sol».
Hay dos tipos principales de luz ultravioleta: La UVA y la UVB, ambas formas de radiación electromagnética que pueden causar cáncer de piel. La UVB se asocia más comúnmente con efectos directos y a corto plazo, como las quemaduras solares, mientras que la UVA puede producir daños en el AND a más largo plazo, como arrugas y envejecimiento de la piel.
Los protectores solares utilizan una clasificación de 5 estrellas para los rayos UVA, que indica el grado de protección que ofrece la loción contra los dañinos rayos ultravioleta.
Muchos protectores solares incluyen óxido de zinc, que está demostrado que ayuda a bloquear los rayos UV. Durante sus pruebas, los investigadores examinaron cómo reaccionaba el mineral con otros ingredientes cuando se exponía a la luz solar y también calcularon cuántos UVA bloqueaba el protector solar para determinar el factor de protección UVA de cada mezcla.
El profesor James Hutchison y su colega de la Universidad de Oregón, la doctora Aurora Ginzburg, codirigieron el estudio. «Durante las pruebas, descubrimos que el óxido de zinc provoca la degradación de otros absorbentes de los rayos UV, y la protección proporcionada por los protectores solares se redujo significativamente en un periodo de tiempo relativamente corto, sobre todo en la región de los rayos UVA», afirma Hutchison, titular de la cátedra Lokey-Harrington de Química y vicepresidente asociado principal del Campus Phil y Penny Knight de la Universidad de Oregón.
Los equipos de Oregón y Leeds descubrieron que el factor de protección UVA se reducía entre un 84,3% y un 91,8% en el protector solar mezclado con partículas de óxido de zinc, mientras que el protector solar original sin óxido de zinc sólo mostraba una pérdida del 15,8% en el factor de protección UVA, tras una exposición a los rayos UV durante dos horas.
«La degradación de los filtros UV no sólo disminuyó la eficacia del protector solar, sino que también provocó un aumento de la toxicidad de la fórmula –subraya el profesor Hutchison–. Así que no sólo es un problema la falta de protección eficaz contra los rayos UV, sino que el propio producto puede estar causando daños durante su uso al sol».
El óxido de zinc está clasificado como un mineral y es ampliamente utilizado por las marcas como un ingrediente «libre de químicos» (a pesar de ser un producto químico) en una amplia gama de productos cosméticos que se promocionan como ingredientes «naturales» más respetuosos con la piel. Pero este estudio cuestiona esas afirmaciones y exige que se consideren alternativas, apunta Ginzburg.
«Las partículas de óxido de zinc se combinan con frecuencia con filtros UV en protectores solares híbridos o mediante la superposición de varios cosméticos –explica–. Así, en el diseño de futuras formulaciones cosméticas, es fundamental que se tenga en cuenta el potencial de fotodegradación inducido por el óxido de zinc en toda la formulación, o en la combinación de productos sobre la piel.
Según señala, «la pérdida de protección contra los rayos UVA es especialmente problemática en los protectores solares de Estados Unidos, donde la lista de filtros aprobados es tan reducida».
Por ello, Blackburn destaca que el estudio es una llamada a la acción para el desarrollo de nuevos ingredientes de protección solar. «Como alternativa, hay algunos candidatos potenciales excelentes procedentes de la naturaleza que son filtros UV eficaces, pero con la legislación actual el proceso para conseguir la aprobación reglamentaria es extremadamente caro y lleva muchos años –recuerda–. Esto está siendo un obstáculo para la innovación, que podría proporcionar alternativas más eficaces, seguras y sostenibles a los ingredientes actuales».