El otro lado de la Dwayne “La Roca” Johnson - 800Noticias
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Antes de erigirse como héroe de acción, Dwayne Johnson usó al deporte como trampolín. La tradición familiar en la lucha profesional, el día que le aplicó 11 sillazos en la cabeza a un rival para ganar un combate, y cómo el ring le sirvió como escuela

Rumbo a las elecciones presidenciales de 2032, el candidato Dwayne Johnson reconstruye su pasado a corazón abierto ante el electorado. Así comienza la serie Young Rock, once capítulos autobiográficos de media hora que el actor más taquillero del mundo produjo para HBO Max. Interpelado por un periodista que cubre su campaña, The Rock viaja a su infancia y a su adolescencia con el objetivo de demostrarle al público que, pese a su fama y sus millones, su piel también está curtida por las dificultades que atraviesa el pueblo norteamericano.

Aunque es una ficción, el guión podría convertirse en realidad en el futuro después de que una encuesta de la revista Newsweek revelara que el 46% del pueblo estadounidense apoyaría su eventual candidatura. “No creo que nuestros Padres Fundadores se hubieran imaginado que se uniría a su club un tipo de 1,96 de estatura, calvo, tatuado, mitad negro, mitad samoano, bebiendo tequila, conduciendo una camioneta y con riñonera… Pero si alguna vez sucede, sería un honor servirle a la gente de Estados Unidos”, publicó en su cuenta de Instagram que acumula 272 millones de seguidores.

Elegido en 2019 por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo, Johnson apoyó a Joe Biden en las últimas eleccionesaunque se definió a sí mismo como un independiente con ideologías centristas: “Tengo el objetivo de unir a nuestro país y también siento que si esto es lo que la gente quiere, entonces lo haré. Consideraría una carrera presidencial en el futuro si eso es lo que la gente quiere”.

Young Rock es un capítulo más de una vida cargada de ficción. Antes de su debut cinematográfico en La Momia Regresa, antes de transformarse en uno de los protagonistas más convocantes y mejores pagos de Hollywood gracias a sus participaciones en Jumanji y la saga Rápido y Furioso, Johnson ya había sido protagonista de una de las industrias más importantes del entretenimiento norteamericano como uno de los nombres propios más ilustres en la historia de la lucha libre profesional.

La serie, que también funciona como eulogía a su fallecido padre y se ganó la renovación para una segunda temporada gracias a su éxito, es un viaje constante a una infancia definida por el deporte. Nacido el 2 de mayo de 1972 en California, Johnson pertenece a la familia Anoa’i oriunda de Samoa Americana que constituye una de las mayores dinastías de luchadores con históricos representantes en la popular disciplina norteamericana.

El joven Dwayne estaba predestinado. Hijo de Rocky “Soulman” Johnson, una de las figuras de la década de los ochenta e integrante de uno de los primeros equipos de afroamericanos, la lucha corría por su sangre: Su abuelo materno fue el “Gran Jefe” Peter Maivia, uno de los más destacados en la década de los setenta que -como su nieto- encarnó un personaje menor en la película You Only Live Twice de James Bond y su abuela materna Leah Maivia fue una de las primeras promotoras tras convertirse en la dueña de la Polyneasian Pacific Pro Wrestling tras la muerte de su esposo Peter.

Para Johnson, los gladiadores que eran héroes para otros chicos se habían transformado en su familia, con días compartidos y lecciones aprendidas de compañeros de trabajo de su padre como el inolvidable André El Gigante o su mentor Pat Patterson, a quien le dedicó el sexto capítulo de su serie. Justamente fue André quien le dio una enseñanza que Johnson retrata en uno de los capítulos que él mismo escribió: en plena reunión entre colegas y amigos, un Dwyane de diez años dice que todo lo que pasa adentro del ring es falso y André lo alza por encima de sus 2.24 metros de altura, lo mira a los ojos y le pregunta si eso es falso o no. “Nunca repitas la palabra con F”, le dice André en una frase que años después el propio Dwyane, ya en la secundaria, repetiría con un golpe de puño incluido ante un compañero que se burlaba de la actividad que ejercía su papá.

El aprendizaje, confesó Johnson tiempo después, en realidad era mucho más físico: “Sinceramente, lo que ocurría es que, cuando me salía de la línea así, me llevaban al ring. Su forma de disciplina era llevarme al ring. Y golpear mi trasero de una manera que aprendí realmente cómo no es la lucha libre falsa”, confesó en una entrevista.

Johnson entendió a los golpes que lo único guionado en la lucha profesional es la trama: aunque el desenlace y los resultados de sus combates suelen estar planificados y predeterminados, el desgaste físico, el dolor, los golpes y las lesiones son reales. Ya como profesional, Johnson fue uno de los pocos que no ha sido víctima de algunas de las lesiones más impresionantes que se han visto sobre el cuadrilátero en un tendal de huesos y cuellos rotos, fracturas y hasta lesiones que han terminado carreras como la de Droz, quien finalmente quedó parapléjico por las lesiones sufridas durante un combate en 1999. Quien sufrió en carne propia a Johnson fue Mick Foley, conocido en el mundo de la lucha como Mankind: en una batalla protagonizada entre ambos en 1999, Dwayne le dio 11 sillazos en su cabeza en un final no apto para impresionables.

Sin embargo, y pese a la tradición de su linaje, Dwayne inicialmente se inclinó por el fútbol americano como medio para intentar salir de los aprietos económicos que había tratado de disimular en más de una ocasión ante las compañeras que pretendía conquistar. Su madre Ata era una empleada que trabajaba como empleada doméstica, mientras su marido buscaba dinero como un luchador que había quedado fuera de las organizaciones que más dólares repartían.

Johnson soñaba con comprarle una casa a sus padres y la NFL aparecía como el camino más tentador. Considerado un prospecto de cinco estrellas -la mayor calificación posible- durante su etapa secundaria como uno de los tackles defensivos más ilusionantes del país, múltiples universidades intentaron contar con su talento, pero Dwayne decidió forzar su salida rumbo a Miami Hurricanes.

Campeones nacionales en 1989, se sumó a su sistema en 1990, pero sufrió una lesión en el hombro que lo mantuvo marginado durante toda su primera campaña.En 1991, ya recuperado, celebró el título a nivel nacional con un combinado en el que compartió equipo con el mítico Warren Sapp que fue campeón del Super Bowl XXXVII como compañero del argentino Martín Gramática en Tampa Bay Buccaneers. Sin embargo, nadie pronunció el nombre de Dwayne Johnson entre las 249 selecciones del Draft de 1995 y su ilusión se esfumó pese a la ilusión que supuso la oferta de Calgary Stampeders de la Liga Canadiense: reubicado como linebacker, fue cortado antes de comenzar su primera campaña.

Dwayne Johnson cambió en tres ocasiones su sobrenombre en su etapa como luchador, hasta terminar en “La Roca” el nombre con el que se hizo mundialmente famoso

Sin futuro ni proyección en el fútbol americano, Johnson incursionó en la lucha pese a la negativa inicial de su papá: “Fue la mayor pelea entre nosotros. Me dijo: ‘Mira a tu alrededor, mira lo que tengo después de todos estos años… Quiero más para vos’. Yo le dije que lo entendía, que lo apreciaba, pero que tenía algo para ofrecer. Y peleamos, peleamos y luchamos. Finalmente, mi mamá habló con mi papá y lo convenció. ‘Está bien, te entrenaré’, me dijo”.

Su primera aparición dentro del ring fue bajo el seudónimo de Rocky Maivia, una mezcla del nombre de su padre y el apellido de su abuelo. Johnson había rubricado un contrato con la World Wrestling Federation (WWF), la mayor empresa de lucha profesional del mundo. Esa firma fue su primer contacto con la historia: se convirtió en el primer luchador de tercera generación. Sin embargo, su figura no terminaba de convencer a unos fanáticos que terminaron abuchéandolo y cantándole “muere, Rocky, muere”.

La historia no marchaba bien para Dwayne, quien después de sufrir una lesión de rodilla en abril de 1997 apareció nuevamente en escena en agosto con una identidad renovada: “Me ganaba la vida tirando a hombres de 300 libras, y recibía patadas en el culo. Y mi nombre original de lucha era ‘Rocky Maivia’, que era una combinación del nombre de mi padre y el apellido de mi abuelo porque ambos eran luchadores profesionales. Y yo odiaba el nombre. Lo odiaba. Lo odiaba porque el linaje que tenía me daba la oportunidad de al menos llamar a la puerta. Pero quería mi propia identidad, quería mi propio espacio. Así que, aunque estaba muy orgulloso de venir de donde venía, con mi padre, mi abuelo, y toda mi familia en la lucha libre, todavía quería mi propio espacio. Y entonces dije: ‘Lo odio’”.

Fue entonces cuando Dwayne Johnson adoptó un nombre que lo acompañaría durante toda su vida y se transformó en “The Rock”. Meses después, en 1998, se consagró como el primer campeón afroamericano de la historia de la WWF. Protagonista de un sinnúmero de batallas inolvidables, dotado de un carisma que incluso enamoraba cuando le tocaba interpretar el papel de villano, se convirtió en una de las mayores estrellas de la historia del deporte y en un ícono de la cultura pop, rompiendo récords con 17 cinturones, ganando más de 260 peleas y estableciendo una cifra de venta de PPV (pago por ver) inalcanzable en el evento WrestleMania XXVIII. Su biografía publicada en 2000 se mantuvo durante 20 semanas como el libro más vendido en el ránking del New York Times, una fama que le permitió acceder a Hollywood.

Fueron ocho años de continua participación hasta que en 2004 anunció su primer retiro. Fue entonces cuando la lucha libre profesional despidió a uno de los mejores de su historia, uno de los integrantes de su Monte Rushmore. En el glosario de la WWE, The Rock aparece como “El campeón de la gente” y “El hombre más electrizante de todo el entretenimiento”. Sus batallas frente a Stone Cold Steve Austin, Triple H, Mankind y John Cena son de las más atractivas, espectaculares y emocionantes de todos los tiempos.

Dwayne Johnson y Vin Diesel se pelearon durante el rodaje de “Rápidos y furiosos (The Grosby Group)

Desde entonces, siempre asociado a la compañía que ahora modificó su nombre a World Wrestling Entertainment (WWE), sus apariciones fueron esporádicas pero cautivantes. Su rivalidad con John Cena, un luchador que también incursionó en el cine con participaciones recientes en Rápido y Furioso o El Escuadrón Suicida, fue un choque generacional que entre 2011 y 2013 rompió récords de audiencia.

“Dwayne es una estrella en su propio universo”, reflexionó Cena hace meses ante los rumores de un eventual retorno de The Rock. “No hay nadie como él. Nunca habrá nadie como él. Que tenga la gracia de volver a la WWE, su propio fenómeno de entretenimiento global, es genial para la WWE y creo que es genial para The Rock. Como fan de la WWE, espero que vuelva”.

The Rock se subió al ring por última vez dentro del ring el 3 de febrero de 2016 en WrestleMania 32: “Me retiré tranquilamente de la lucha libre porque tuve la suerte de tener una carrera realmente maravillosa y logré lo que quería lograr. Extraño la lucha. Amo la lucha, realmente lo hago”, aseguró durante la campaña publicitaria de la película Fast & Furious Presents: Hobbs & Shaw.

Pese a su alejamiento, el nombre de The Rock siempre está en la órbita de la WWE. Nick Khan, presidente de la empresa, confirmó que el contacto entre ellos es permanente: “Siempre estamos hablando con él sobre diferentes oportunidades y lo que podría venir”. Por ejemplo, la WWE es productora de la serie Young Rock.

En los últimos meses se especuló con su regreso para enfrentarse a Roman Reigns, integrante de la misma familia de luchadores que Johnson. El próximo 3 de abril de 2022 podría ser una fecha importante en el mundo de la lucha profesional ante los rumores que señalan que Reigns -actual campeón del mundo- podría enfrentarse a The Rock en WrestleMania 38 ante 100 mil fanáticos en el AT&T Stadium de Texas. “No hay nada”, desmintió The Rock por el momento.

La Roca se consagró como el primer campeón afroamericano de la historia de la WWF

Sin The Rock, el apellido Johnson sigue presente en el mundo de la lucha profesional: su hija Simone se convirtió en la persona más joven en firmar un contrato con la WWE con apenas 16 años: “Significa el mundo para mí. Saber que mi familia tiene una conexión tan personal con la lucha es realmente especial para mí y me siento agradecida de tener la oportunidad, no solo de luchar, sino de continuar con ese legado”.

“Estoy orgulloso de ella”, respondió The Rock. “Todos los golpes, morenotes que trae la lucha libre profesional. Firmó un contrato con WWE, me sorprendió en primer lugar. Es un honor, quiere seguir mis pasos, pero quiere abrir su propio camino, y eso es muy importante”.

Por Infobae

Choque de titanes: Hulk Hogan y The Rock en la Wrestlemania X8 (George Pimentel/WireImage)

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