El músico que aguantó las bombas en Siria hasta que el EI le quemó el piano
AFP |El pianista sirio Aeham Ahmad soportó tres años de asedio, hambre y bombardeos, pero cuando el grupo Estado Islámico le quemó el piano, este célebre músico de un campo de refugiados de Damasco se sumó al exilio masivo a Europa.
«Lo quemaron en abril, el día de mi cumpleaños. Era el objeto que más quería», confía este artista de 27 años a la AFP, que sigue su periplo a través de internet.
«Fue como la muerte de un amigo, mi piano era más que un simple instrumento», agrega.
Tocando el piano en medio de las ruinas del campo de Yarmuk, Ahmad aportaba consuelo e incluso un atisbo de alegría a sus habitantes, golpeados por cuatro años de guerra civil.
Sus canciones de esperanza, especialmente dirigidas a los niños, se convirtieron incluso en un fenómeno en las redes sociales.
us canciones de esperanza, especialmente dirigidas a los niños, se convirtieron incluso en un fenómeno en las redes sociales.
El campo de Yarmuk, un inmenso barrio al sur de Damasco donde viven principalmente refugiados palestinos, fue parcialmente asediado por el ejército sirio. Más de 120 personas murieron de hambre, según una ONG, y la situación empeoró desde el asalto en abril del EI.
«¿No sabes que la música es haram (prohibida por la religión)?», le espetaron los yihadistas en un control, mientras trataba de subir su piano a un camión con destino Yalda, una localidad cercana donde se hallaban ya su mujer y sus dos hijos pequeños.
«Los momentos en que me sentía más impotente era cuando tenía dinero pero no había dónde comprar leche para mi hijo Kinane, de un año, o cuando mi hijo mayor Ahmad me pedía una galleta. Es lo peor que se puede sentir».
Sin embargo, Ahmad permaneció en Yarmuk hasta el día en que le incendiaron su querido piano. «Entonces, decidí irme». Solo.