El Mediterráneo se secó hace millones de años - 800Noticias
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Si la historia hubiera sido diferente, quizá Serrat no habría podido componer su canción y miles de españoles no podrían disfrutar cada año del veraneo mediterráneo, tan distinto al del norte: altas temperaturas, playas con el agua tirando a caliente. La razón de ello es que hace aproximadamente unos seis millones de años, el Estrecho de Gibraltar se cerró como consecuencia de cambios tectónicos y, durante unos 10.000 años, el agua dejó de fluir hacia el océano, el Mediterráneo fue disminuyendo su caudal y se evaporó lentamente en lo que se conoce como la crisis salina del Messiniense.

Pero vayamos por partes. En el siglo XIX, el geólogo suizo Karl Mayer-Eymar estudió fósiles incrustados entre capas de sedimentos de agua dulce, salobres, que contienen yeso, y los identificó como depositados justo antes del final del Mioceno. Después, cuando en la década de los cincuenta se estaba construyendo la conocida como Alta Presa de Asuán, en Egipto, un ingeniero soviético llamado Ivan Sergeevich Chumanov tenía como función localizar una base suficientemente segura como para cimentar en ella la presa, y para ello tenía como misión realizar una serie de perforaciones en la parte rocosa de un lado al otro del cauce del Nilo. Cuando comenzó a hacerlo, descubrió lo que parecía un cañón muy profundo, perteneciente a un antiguo río sepultado. En el análisis encontró conchas de plancton marino e incluso dientes de tiburón de hacía cinco millones de años. La explicación más lógica era que no se trataba de un antiguo río, sino un brazo muy estrecho del Mediterráneo.

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Mayer-Eymar estudió fósiles incrustados entre capas de sedimentos de agua dulce y los identificó como depositados en el Mioceno

Aunque el descubrimiento de Chumanov no trascendió especialmente en su momento, su conclusión fue que la superficie del Mediterráneo se había hundido más de 1.500 metros por debajo de su nivel actual en algún momento de la historia. Décadas después y mucho estudio por delante, todavía sigue habiendo muchos misterios, pero hay una opinión bastante férrea: hace aproximadamente cinco millones de años el mar entero se evaporó y se desecó (completamente, según algunos científicos), en parte debido a la falta de precipitaciones que se produjeron durante la misma épocay después se rellenó en lo que podría haber sido la mayor inundación en la historia de nuestro planeta.

Los detalles respecto de la desecación y el posterior relleno siguen siendo un misterio, pero hay algo claro: afectó sobremanera tanto a la vida que poblaba la Tierra por aquel entonces como a la propia geología de la misma. Causó el cierre de una gran cantidad de canales de conexión entre el Atlántico y el Mediterráneo que permitían el flujo de agua y nutrientes entre ambos mares. Eso provocó a su vez que muchas especies desaparecieran.

La primera perforación salina del Mediterráneo se produjo en los setenta, por un grupo de geólogos a bordo del Glomar Challenger

La primera perforación salina del Mediterráneo se produjo en los setenta. Un grupo de geólogos a bordo del Glomar Challenger centraron sus esfuerzos en el estudio del mar y los núcleos de perforación que extrajeron contenían sal de roca, yeso y anhidrita (rocas que se forman por cristalización de sales disueltas en lagos y mares de la costa), lo que sustentó una prueba de que tuvo que haber una época en la que el Mediterráneo era en realidad un desierto. El resto del rompecabezas llegaría después: por ejemplo, un estudio publicado en 2009 en Nature aseguraba que había sido un movimiento de las placas tectónicas el que había hundido el dique que servía para separar las masas del agua que pertenecían al océano Atlántico y al Mediterráneo respectivamente.

En muchos lugares del Mediterráneo, se han encontrado grietas fosilizadas donde el sedimento fangoso se había secado y agrietado por la luz del sol y la sequía. De cualquier manera, aún quedan muchas preguntas en el tintero difíciles de resolver. Por ejemplo, hay varias posturas, los que defienden una deposición diácrona de las evaporitas (depositadas en las cuencas más cercanas al continente primero, y progresivamente más cerca del Atlántico conforme la extensión del Mediterráneo disminuye hacia el Estrecho), frente a una deposición sincrónica en las cuencas marginales (el nivel del mar cae levemente, pero la cuenca estaba aún conectada con el océano. La entrada de agua es reducida y permitió la deposición solo en las cuencas más someras). También hay una tercera idea que avala una deposición sincrónica en toda la cuenca.
Igual que se debate cuánto fue el alcance de la desecación del Mediterráneo, también hay un debate abierto sobre el tamaño de la inundación
Pero igual que se debate cómo se evaporó el Mediterráneo y cuánto fue el alcance de su desecación, también hay un debate abierto todavía sobre el tamaño de la inundación, aunque, como señalamos antes, los cambios tectónicos en las profundidades de la superficie hace millones de años pudieron haber forzado el paisaje hacia arriba, estableciendo así la conexión entre el Mediterráneo y el Atlántico. Lo único claro es que esa reconexión entre ambas aguas es la que provocó que el Mediterráneo sea tal y como lo conocemos hoy, pero también las relaciones y la riqueza cultural de las diferentes civilizaciones que se embarcaron por él. Es decir, nuestra propia historia como seres humanos.

¿Podría secarse de nuevo?

Sucedió una vez, ¿podría volver a pasar? Por un lado, es un mar semicerrado, y por otro, se evapora, por lo que no parece imposible. Sin embargo, recibe diariamente más de 4.000 hectómetros cúbicos de agua, por lo que en las circunstancias actuales no solo no se seca, sino que recibe más agua anualmente.

Con información de El Confidencial. 

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