El investigador principal de Sinopharm en Perú es suspendido por «Vacunagate»
EFE
El investigador principal de los estudios clínicos del laboratorio chino Sinopharm en Perú, Germán Málaga, fue separado de sus funciones tras el escándalo desatado por la revelación de la vacunación en secreto de autoridades, funcionarios, sus familiares e «invitados», conocido como el «Vacunagate».
La decisión fue tomada este miércoles por el Consejo Universitario de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH), la institución que tiene a su cargo la investigación principal sobre la vacuna de Sinopharm, en la que han participado 12.000 voluntarios.
Aunque Málaga ha sido suspendido «en sus funciones como investigador principal», las actividades de la Fase 3 de los ensayos clínicos «continúan desarrollándose de acuerdo a lo programado», remarcó la UPCH.
Según lo que se ha podido conocer hasta el momento, Málaga se inoculó a sí mismo de forma «experimental» con tres dosis de la vacuna china, fuera de todo protocolo y autorización.
También vacunó a su esposa y a su hija con las vacunas reservadas en teoría para el equipo investigador, y de hecho hizo venir a su hija de Europa, donde reside, para que ésta recibiera la vacuna.
RENUNCIA DE RECTOR Y VICERRECTOR
La revelación de las vacunaciones en secreto también llevó a la renuncia de la plana mayor de la UPCH, desde el rector, Luis Varela, y los vicerrectores académico, José Espinoza, y de investigación, Alejandro Bussalleu, quienes también aparecen en la lista de 487 personas que recibieron las dosis de Sinopharm.
Varela aseguró, en su carta de renuncia, que tomó la decisión «por la situación que se ha generado con la administración del lote de vacunas adicionales de Sinopharm, por parte del equipo de investigación del ensayo clínico».
Tras desatarse el escándalo por las vacunaciones en secreto, la UPCH entregó al Ejecutivo una lista con 487 personas que recibieron las dosis de Sinopharm, que en su mayoría eran miembros autorizados del equipo de investigadores, aunque también aparece el expresidente Martín Vizcarra, exministros y funcionarios.
LA UNIVERSIDAD MÁS ANTIGUA DE AMÉRICA
Este escándalo también ha tocado a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), la casa de estudios superiores más antigua de América, que tiene un equipo de investigación en los ensayos, y cuyo rector, Orestes Cachay, y vicerrector de investigación y postgrado, Felipe San Martín, también se han vacunado.
San Marcos emitió un comunicado en el que asegura que la investigación ha sido «transparente», pero su participación ha sido «muy diferente» a la de la UPCH, ya que si bien aplicó la vacuna experimental a 88 miembros de su equipo, esto se hizo de acuerdo con el protocolo aprobado por el Instituto Nacional de Salud (INS).
Aseguró que su encargado en los ensayos, Eduardo Ticona, presentó pruebas de «que no se aplicó la vacuna experimental a ningún funcionario del Estado», o a persona ajena a los investigadores.
Sin embargo, representantes estudiantiles ante la Asamblea Universitaria presentaron un pedido de destitución contra Cachay y San Martín por «incapacidad moral y abuso de autoridad debidamente probado», al haber mantenido en secreto que fueron vacunados.
INVESTIGACIÓN EN MARCHA
Más allá de los claustros académicos, tanto las autoridades del Ejecutivo, como el Congreso y la Fiscalía han iniciado sendas investigaciones del «Vacunagate», que pueden llevar a inhabilitaciones políticas y procesos por delitos de corrupción.
Abogados penalistas y juristas señalan que los principales implicados pueden ser condenados hasta a ocho años de prisión por delitos como negociación incompatible, concusión, cohecho y complicidad en corrupción de funcionarios.
Se considera que entre los personajes más comprometidos en este caso están las exministras de Exteriores Elizabeth Astete y de Salud Pilar Mazzetti, así como Vizcarra, además de Málaga.