El EI reivindica el derribo del avión en Egipto, cuyos 224 ocupantes murieron
El Cairo, Egipto | AFP | sábado 31/10/2015 – 11:06 GMT | 753 palabras
ACTUALIZA CON REIVINDICACIÓN DEL EI, REACCIÓN DE RUSIA, HALLAZGO DE LA CAJA NEGRA E INVESTIGADORES
Los 224 ocupantes rusos y ucranianos de un Airbus A321 murieron este sábado al estrellarse en Egipto el avión en el que viajaban, después de que su capitán señalara errores, y el grupo Estado Islámico (EI) afirmó haberlo derribado.
El aparato, de la aerolínea rusa Kogalymavia, más conocida como Metrojet, despegó al amanecer de la localidad egipcia de Sharm el Sheij, a orillas del mar Rojo, con dirección a San Petersburgo.
Se estrelló en el desierto del Sinaí (este) 23 minutos después, cuando volaba a una altitud de más de 30.000 pies (unos 9.000 metros), según un responsable de la autoridad de control del espacio aéreo en Egipto. Antes, el capitán se había quejado de un problema técnico en el equipo de comunicación, añadió.
«No hay ningún superviviente» y los cuerpos de las víctimas están desperdigados en 5 kilómetros, anunciaron a la AFP responsables de los equipos de rescate y de seguridad.
«Todos los pasajeros murieron», confirmó en las redes sociales la embajada de Rusia en El Cairo.
Los restos del aparato fueron encontrados a últimas horas de la mañana en Al Hasana, en medio de una zona montañosa de la provincia del Sinaí del Norte, y unas horas después se encontró la caja negra del aparato.
«La caja negra [que registra los datos de vuelo y las comunicaciones] fue recuperada de la cola del avión y ha sido enviada para ser analizada por expertos», señaló la oficina del primer ministro Sharif Ismail, añadiendo que hasta el momento 129 cuerpos fueron trasladados hacia la morgue de El Cairo y varios hospitales.
La rama egipcia de los yihadistas del Estado Islámico reivindicó su autoría.
«Los soldados del Califato lograron abatir un avión ruso en la provincia del Sinaí que transportaba a más de 220 cruzados, y todos murieron», afirmó el grupo extremista en un comunicado colgado en sus cuentas de Twitter, asegurando haber actuado en represalia a las «decenas de muertos (causados) a diario por los bombardeos» de los aviones rusos en Siria.
Varios expertos militares preguntados por la AFP consideran que los combatientes de esta rama del EI, que tiene su bastión en el norte del Sinaí, no disponen de misiles capaces de alcanzar un avión a 30.000 pies, pero no excluyen la posibilidad de que hubiera una bomba a bordo o de que el avión fuera alcanzado por un cohete o un misil si perdió altura tras un fallo técnico.
Moscú reaccionó con escepticismo al comunicado del EI. «Esta información no puede considerarse exacta», comentó el ministro ruso de Transportes, Maxim Sokolov, según las agencias rusas.
«Estamos en estrecho contacto con nuestros compañeros egipcios y las autoridades aéreas de ese país. En este momento, no disponen de ninguna información que confirme tales insinuaciones», añadió.
Como medida de precaución, la aerolínea francesa Air France y la alemana Lufthansa anunciaron la suspensió de sus vuelos sobre el Sinaí.
El presidente ruso, Vladimir Putin, decidió enviar a equipos de emergencia y a su ministro Sokolov al lugar de la tragedia.
El domingo se desplazarán también al lugar seis asesores técnicos de Airbus, dos miembros del BEA –el organismo francés encargado de investigar incidentes aéreos–, dos investigadores del BFU –su equivalente alemán, en representación del constructor europeo–, y otros dos de su homólogo ruso MAK, informó este sábado el BEA en un comunicado.
A bordo viajaban 217 pasajeros –214 rusos y tres ucranianos, según el gobierno egipcio– y siete miembros de la tripulación. Según el ministerio ruso de Situaciones de Emergencia, los pasajeros tenían entre 10 meses y 77 años.
– ‘Desaparece de las pantallas’ –
«La tripulación debía contactar con Lárnaca (Chipre) pero no lo hizo y el avión desapareció de las pantallas de radar», explicó por televisión un responsable de la agencia federal rusa de aviación, Sergei Izvolsky.
El último accidente aéreo en Egipto se remonta a enero de 2004 y causó 148 muertos, en su mayoría turistas.
Desde la revuelta de 2011 que expulsó del poder al dirigente Hosni Mubarak y los dos años de caos que siguieron al derrocamiento por el ejército del presidente islamista Mohamed Mursi, el turismo está alicaído.
Las fuerzas de seguridad del actual presidente, Abdel Fatah al Sisi, se enfrentan a constantes ataques mortales de la rama egipcia del EI –autodenominada Provincia del Sinaí–, en el norte del Sinaí, donde se estrelló el avión.
Pese a ello, las localidades turísticas del sur de la península siguen siendo uno de los principales destinos turísticos del país, muy apreciados por ciudadanos rusos y de Europa del Este.