Gobierno y Congreso de Perú se dan una tregua e invocan al diálogo
EFE
El Gobierno y el Congreso de Perú se dieron este miércoles una tregua e invocaron al diálogo para poner fin a la crisis política que afrontó su país en las últimas semanas, en medio de denuncias de complots y acusaciones mutuas de intentos de destituir a sus máximos representantes.
La invocación a «poner paños fríos» a la incertidumbre y tensión entre los poderes del Estado fue lanzada primero por la presidenta del Congreso, la conservadora María del Carmen Alva, y acogida con beneplácito horas después por el primer ministro, Aníbal Torres.
Alva se presentó ante los periodistas acompañada por los portavoces de todas las bancadas parlamentarias, incluida la del partido oficialista Perú Libre, de tendencia marxista, para descartar las versiones de que este miércoles se iba a concretar un «complot» para buscar destituir al presidente Pedro Castillo.
Esa posibilidad había sido denunciada públicamente el lunes por Torres, luego de que un semanario local revelara que Alva y representantes de bancadas opositoras se habían reunido para presuntamente planificar la salida del mandatario.
Consultada sobre ese tema, Alva aseguró este miércoles que «hablar de un complot no viene al caso» y que se trató de «una reunión coyuntural para hablar sobre temas de historia».
«No hemos convocado a ningún pleno esta semana, la próxima semana tampoco va a haber pleno. Ya empezaremos la legislatura el 1 de marzo. (Así que) no se cumple la teoría», enfatizó.
La presidenta del Congreso también informó que se decidió citar a Torres para que el próximo 8 de marzo presente su plan de Gobierno y pida el voto de confianza ante el pleno, tras lo cual aseguró que las fuerzas en el Parlamento creen «en el diálogo y la concertación, en la construcción de un país en conjunto».
Consideró, en ese sentido, que ahora el primer ministro tiene «más de 20 días para escuchar, para concertar, para convocar, para conciliar, para conversar».
A pesar de ello, Alva recordó que Castillo prometió la semana pasada que iba a conformar un Gobierno de «ancha base», pero luego «entregó un gabinete en el que las primeras declaraciones buscan arrinconar al Congreso».
«Desde aquí le aseguramos que no se lo vamos a permitir», advirtió.
Horas después, Torres anunció que aceptaba la citación del Congreso e invocó a todas las agrupaciones políticas a poner fin al enfrentamiento entre los poderes del Estado.
«A todos los congresistas mis disculpas por las expresiones que haya manifestado en el fragor de esta contienda», sostuvo el jefe de Gabinete antes de señalar que su intención es «encontrar consensos».
Tras una reunión del Consejo de Ministros, reconoció la facultad constitucional que tiene el Congreso de otorgar o no el voto de confianza que solicitará y dijo que acatará «lo que decida».
En el mismo tono conciliador, consideró que las bancadas parlamentarias tendrán interés en acudir al diálogo que ha iniciado antes de presentarse ante el pleno, pero dijo que respetará cualquier decisión de no asistir a su convocatoria.
«No vamos a presionarlos, ni vamos a criticar sobre eso», acotó antes de manifestar una opinión favorable a que la ministra de Trabajo, Betssy Chávez, retire una denuncia constitucional que ha presentado contra la presidenta del Congreso.
Aunque indicó que esa decisión deberá ser tomada por Chávez, quien también es legisladora, aseguró que puede «decir que seguramente se va a poner de acuerdo con la presidenta del Congreso y con otros congresistas para poner fin a estos conflictos».
«Nosotros lo que queremos es eso, poner fin y todos dialogar y trabajar para poner al país en la vía del éxito», enfatizó antes de asegurar que los políticos deben «poner por delante al Perú».
Torres sostuvo que «siente» que ese es también «el objetivo de la presidenta del Congreso», quien este miércoles pidió darle «un respiro» a Perú y que el Ejecutivo se ponga «a la altura de las necesidades nacionales, en lugar de inventar complots».
Alva también consideró que corresponde que Chávez retire la denuncia que ha presentado en su contra antes de que Torres acuda a pedir el voto de confianza ante el pleno.
«Creo que lo que corresponde es diálogo, poner paños fríos y no atacar y después pedir que la escuchemos», concluyó.
El Gobierno peruano afrontó durante la semana pasada una grave crisis interna, que Castillo intentó aliviar con la designación de Torres luego de que el congresista Héctor Valer debiera renunciar como primer ministro solo cuatro días después de asumir el cargo, presionado por denuncias de violencia familiar en su contra.
De esa manera, Castillo debió conformar un cuarto gabinete de ministros desde que asumió el poder, el pasado 28 de julio, lo que llevó a un sector de la oposición política y de medios locales a pedir que renuncie al cargo e incluso a anunciar que se iba a presentar una moción de vacancia y una acusación constitucional para intentar destituirlo.