El Gobierno español ve en Cataluña un problema de «estricto orden público»
EFE
El Gobierno español insistió este domingo en que los altercados violentos que se registran desde hace días en la región de Cataluña son un problema de «estricto orden público» y por tanto se tiene que resolver con la legítima actuación de las fuerzas de seguridad.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, señaló este domingo en rueda de prensa en el palacio de la Moncloa, sede del Ejecutivo, que los violentos disturbios de esta semana «van a menos» y el Gobierno continúa «con el plan de anularlos».
Las protestas de la noche del sábado fueron las menos intensas de las registradas desde el lunes, con 13 detenidos y 14 lesionados, además del saqueo de algunos comercios del centro de Barcelona, especialmente de ropa, telefonía y electrodomésticos.
La comparecencia de Marlaska al término de una reunión del comité de seguimiento de la situación en Cataluña, que presidió el jefe del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, y que estudia los acontecimientos en esa región tras la sentencia del Tribunal Supremo que el pasado lunes condenó a penas de prisión a nueve líderes del intento independentista ilegal de 2017.
El ministro del Interior recordó que los disturbios violentos desde esa sentencia, que se han centrado sobre todo en Barcelona, se han saldado con 194 detenidos (18 de los cuales han ingresado en prisión), y con 288 agentes heridos de distintos cuerpos policiales, incluyendo la policía regional catalana.
Marlaska insistió en enviar un mensaje «al independentismo: estamos viendo un problema de orden público», puesto que quienes quisieron ejercer su derecho a la protesta pacífica «lo han podido hacer».
Por ello, recalcó el mensaje del Gobierno para que el ejecutivo regional catalán, con su presidente Quim Torra a la cabeza, «condenen de manera firme» y «sin equidistancias, la violencia», a fin de aislar a los violentos.
También le recalcó a Torra que «tiene una deuda pendiente: hablar con el conjunto de los catalanes», después de que se le reprocha que ignora a la mayoría de habitantes de la región que no vota a partidos independentistas.
Torra intentó de nuevo hoy hablar por teléfono con Sánchez, aunque no pudo hacerlo porque en la sede del Gobierno le aseguraron que estaba reunido, según indicaron fuentes del ejecutivo regional catalán.
Quim Torra ya había intentado infructuosamente hablar ayer con Sánchez, y luego fuentes del Gobierno dijeron a la prensa que el presidente español en funciones no hablaría con él en tanto no condenase «rotundamente» la violencia.