El Gobierno de Sudán del Sur acusa a la ONU querer restaurar el colonialismo
EFE
El Gobierno sursudanés acusó hoy a la ONU y a la Autoridad Intergubernamental de Desarrollo (IGAD) -que media en el conflicto en el país- de colaborar con sectores extranjeros para restaurar el colonialismo en Sudán del Sur.
El ministro de Información y portavoz del Ejecutivo, Michael Makuei Lueth, señaló en una rueda de prensa que ambas instituciones utilizan «la equivocada fórmula» de emplear a países de la región y sus organizaciones para generar más problemas y crisis con el objetivo de «restaurar el colonialismo en Sudán del Sur».
Asimismo, añadió que Yuba se alió a la IGAD de forma voluntaria, por lo que también puede salirse de ella cuando así lo decida.
«Deben entender que Sudán del Sur no es el único país donde hay movimientos armados (rebeldes). ¿Acaso nosotros no poseemos la capacidad de ayudar a esos movimientos y generar tensión en sus países (donde también hay movimientos rebeldes)?», se preguntó.
El ministro añadió que «la IGAD debe trabajar para restaurar la paz en cualquier país miembro y ayudarlos, aunque no mediante la intervención militar, porque eso no ayudará a solucionar el problema».
Además, subrayó que el Gobierno sigue estando comprometido con la aplicación del acuerdo de paz, firmado en agosto de 2015, aunque ahora con el nuevo vicepresidente, Taban Deng Gai.
En ese sentido, dijo que ese convenio no le pertenece al antiguo vicepresidente y líder de la oposición, Riek Machar, por lo que el Gobierno va a negociar con Deng Gai, por considerarlo el nuevo vicepresidente primero.
También puntualizó que su Ejecutivo tratará a Machar como un rebelde contra el Gobierno.
«La oposición armada está dividida en dos partes: la de Machar por una parte y la del rumbo que sigue el general Deng Gai, por otra. Esta es la parte que nosotros reconocemos», añadió Lueth.
Por otra parte, restó importancia a las amenazas lanzadas por Machar desde su escondite, cuando dijo que sus fuerzas atacarán Yuba en los próximos días.
El ministro consideró esas amenazas como un tipo de propaganda que tiene el objetivo de «generar temor en la población».
El presidente sursudanés, Salva Kiir, y Machar formaron un Gobierno de unidad nacional el pasado abril, tal y como establecía el acuerdo de paz de 2015, que devolvió a Machar a su puesto de vicepresidente primero.
En paradero desconocido desde mediados de julio, tras días de nuevos enfrentamientos que causaron al menos 300 muertos, Machar fue sustituido como vicepresidente el día 25 por Deng Gai, nombrado por Kiir.
En una reciente entrevista con la cadena de televisión catarí Al Yazira, Machar rechazó el nombramiento de Deng Gai, se reivindicó como vicepresidente primero del Gobierno sursudanés y reconoció que se encuentra refugiado en los alrededores de Yuba.
El conflicto entre ambos líderes había estallado a finales de diciembre de 2013 después de que Kiir, de la etnia dinka, denunciara un intento de golpe de Estado por parte de Machar, perteneciente a la tribu nuer.