El euro cumple 25 años: una historia de éxito, pero siempre a la sombra del dólar - 800Noticias
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El euro celebra este 1 de enero su 25 años cumpleaños. Aunque sus monedas y billetes no se pusieron en circulación hasta el Año Nuevo de 2002, el primer día de 1999 se introdujo en los mercados financieros mundiales como moneda de cuenta en sustitución de la antigua Unidad Monetaria Europea (ECU).

Un cuarto de siglo después, el balance arroja más luces que sombras, fundamentándose estas últimas en la discutida pero indiscutible hegemonía mundial del dólar estadounidense.

En su última entrega del año, los analistas de divisas de Commerzbank se despedían de 2023 echando una breve mirada retrospectiva con motivo de este 25 aniversario. El resumen lo hace el estratega jefe de Forex del banco alemán Ulrich Leuchtmann: «Entre las cuatro principales monedas (dólar americano, euro, yen japonés y libra esterlina), el euro ha obtenido buenos resultados desde su lanzamiento. Incluso teniendo en cuenta el reciente periodo de alta inflación, el objetivo de inflación solo se ha incumplido globalmente por poco; el euro es tan fuerte frente a sus socios comerciales como sugeriría la menor tasa de inflación en relación con estos países. Por lo tanto, el impacto económico real de las fluctuaciones del tipo de cambio es mínimo».

Pero, «por supuesto», continúa Leuchtmann, el euro no es un competidor para el dólar estadounidense: «No puede igualar la significativa fortaleza del dólar estadounidense en los años transcurridos desde la crisis de los mercados financieros, ni puede competir seriamente con el billete verde como primera moneda mundial».

El analista de Commerzbank comienza su balance sobre la divisa comunitaria desde el flanco de la inflación, remarcando que, en retrospectiva, no ha habido grandes diferencias en la inflación de la eurozona con respecto a EEUU. «A pesar de la elevada inflación de los últimos años, la tasa media de inflación en la zona euro desde principios de 1999, cuando se introdujo el euro, ha sido solo del 2,1%. Esto es más que el objetivo actual del 2% e incluso más que el objetivo anterior («por debajo pero cerca del 2%»). Pero no es mucho más».

Como ejemplo, una cesta de bienes de consumo que costaba 100 euros cuando se introdujo el euro cuesta hoy 167,81 euros y costaría 163,79 euros si la inflación hubiera sido siempre exactamente del 2% (todas las cifras a finales de noviembre). «En conjunto, pues, la inflación en la zona euro ha sido apenas superior a lo que el Banco Central Europeo (BCE) hubiera deseado. A pesar del reciente periodo de inflación muy elevada. Sobre todo porque la inflación había sido especialmente baja en los años anteriores», sintetiza Leuchtmann.

Ampliando la comparación con las otras tres grandes divisas, prosigue el economista del banco alemán, el euro se ha situado en medio del pelotón y con una evolución muy similar a los precios en EEUU. «Para el cruce euro/dólar, esto significa que hubo poco impulso directo desde el lado de la inflación. En esencia, la inflación solo fue relevante porque repercute en la política de tipos de interés y, por tanto, en el carry«. El carry trade o bicicleta financiera consiste en vender una divisa que cuenta con tipos de interés bajos y a su vez comprar otra diferente con un tipo más alto para obtener rendimiento, explican los analistas de IG. En otras palabras: financierse a menor coste e invertir en mayores retornos.

Por el lado del crecimiento económico, continúa Leuchtmann, sí existe una brecha que no ha habido con la inflación: «Desde la introducción del euro, el Producto Interior Bruto per cápita de la zona euro ha aumentado un 30%. Más que en Japón (20%) o el Reino Unido (27%), pero bastante menos que en EEUU (40%). Como consecuencia, la diferencia de renta con EEUU ha aumentado. Mientras que el PIB per cápita de la zona del euro era el 88% del de EEUU cuando se introdujo el euro, solo es el 82% 25 años después». Esto se debe casi en su totalidad a los efectos de la pandemia. «En 2019, el PIB per cápita de la zona euro seguía siendo el 87% del de EEUU», aclara.

Sin embargo, esclarece el estratega de divisas, «pese a que los optimistas puedan argumentar que el impacto del efecto puntual del covid todavía se está sintiendo, esto no significa que la brecha de ingresos sea permanentemente mayor. Es por ello que los pesimistas del euro, en cambio, pueden señalar que vivimos en un nuevo entorno post-coronavirus, por lo que existe un riesgo real de que la desventaja de crecimiento de la zona euro (y por tanto del Reino Unido) se consolide».

Esta segunda opinión justificaría la debilidad del euro. «Como me gusta explicar, los diferenciales de crecimiento a corto plazo apenas son relevantes para los tipos de cambio, pero sí lo son cuando hay indicios de una desventaja permanente en materia de crecimiento. Como ocurre actualmente, al menos desde la perspectiva de los bajistas del euro», elucida el alemán.

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