El este de Europa se atrinchera ante la llegada de migrantes
AFP.- Los países de los Balcanes y de Europa central se atrincheraban el viernes para impedir la entrada de migrantes: Croacia cerró varios pasos fronterizos con Serbia, Hungría instaló nuevas vallas en sus fronteras y Eslovenia suspendió el tráfico ferroviario.
Desde que Hungría cerró el martes su frontera con Serbia con una doble alambrada de púas, los refugiados que huyen de Siria e Irak tratan de abrirse camino a través de otros países, principalmente Croacia y Eslovenia.
Desde el miércoles por la mañana, Zagreb ha contabilizado la entrada de 13.000 nuevos migrantes, que pasaron por Serbia. Croacia, que afirma estar «saturada», anunció el cierre «hasta nueva orden» de siete de sus ocho puestos fronterizos con Serbia.
No obstante, el flujo está lejos de cesar. Autobuses con migrantes llegaron el jueves por la noche a Sid, en el norte de Serbia, en la frontera con Croacia, frente a Tovarnik. Nadie se quedó en esta ciudad y los migrantes continuaron su camino a pie en dirección a Croacia.
«Caos completo»
Después de pasar por Tovarnik, miles de personas acamparon en pleno campo, esperando que saliera algún tren.
«La situación es bastante dramática. La gente está enfadada. Si ningún tren parte, empezarán a pelearse», declaró a AFP el director de emergencias de la oenegé Human Rights Watch, Peter Bouckaert.
«Es un caos completo. Hay miles de personas esperando tras una noche difícil sin refugio ni alimentos. Se trata de un pueblo minúsculo con una sola calle que está completamente desbordado», agregó, y afirmó además que teme que algunos migrantes se adentren en terrenos minados.
El viernes por la mañana, Hungría anunció la instalación de una alambrada de púas en su frontera con Croacia.
La verja abarcará 41 kilómetros de tierra firme, indicó el primer ministro húngaro Viktor Orban, mientras que los otros 330 kilómetros de la frontera están ocupados por el río Drave, difícil de cruzar.
«La ruta de los Balcanes de oeste aún existe. El hecho de que la frontera serbohúngara esté cerrada no ha frenado las nuevas llegadas», lamentó Orban. El miércoles, anunció que cerraría también la frontera con Rumanía, a lo largo del río Mures.
«Solo quiero cruzar la frontera»
La pequeña Eslovenia, miembro de la UE y del espacio Schengen, de dos millones de habitantes, se preparaba el viernes para recibir el flujo de migrantes desviados por las barreras levantadas por sus vecinos.
El país suspendió el tráfico ferroviario con Croacia, al menos hasta el viernes por la noche, y preparó tiendas de campaña y refugios.
El primer ministro Miro Cerar señaló el jueves por la noche que solo se autorizará la entrada a los migrantes que obedezcan a las reglas europeas.
Un primer grupo de 150 migrantes llegados en tren el jueves por la noche desde Zagreb fue interceptado en la ciudad fronteriza de Dobova, Eslovenia.
Tras haber intentado en vano reenviarlos a Croacia, las autoridades eslovenas los transportaron a un centro de acogida, «a la espera de un acuerdo sobre un procedimiento de retorno a Croacia».
«Solo quiero cruzar la frontera», declaró a AFP un joven sirio de 24 años originario de Latakia, que se encontraba a unos metros del puente que marca la frontera entre Crocia y Eslovenia. «La han cerrado, quizá para siempre».
Por la noche, había intentado cruzar la frontera a través del río, pero la policía eslovena le impidió la entrada a territorio esloveno.
El cierre de fronteras en esta parte de Europa pone bajo presión a la UE, cuyos dirigentes se reúnen el 23 de septiembre en Bruselas para intentar superar sus diferencias ante la crisis, un día después del encuentro de ministros de Interior.
La cuestión de las cuotas obligatorias de refugiados por país, a la que Hungría y otros países se oponen firmemente, ocupará inevitablemente el centro del debate.
El viernes, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, amenazó con una «votación por mayoría» en la UE para imponer a los países reacios un reparto de refugiados.