El Estado islámico reivindica el atentado contra los rebeldes sirios en paso fronterizo
EFE
El grupo terrorista Estado Islámico (EI) reivindicó hoy el atentado contra un grupo de rebeldes sirios en el paso fronterizo de Atme, entre la provincia siria de Idleb y Turquía, en un comunicado publicado en Twitter.
En la nota, cuya autenticidad no pudo ser comprobada, el grupo radical afirmó que uno de los «soldados del califato» detonó el cinturón de explosivos que llevaba encima en medio de un grupo de combatientes sirios «supervisados por EEUU».
El EI afirmó que el ataque causó la muerte de 35 personas y heridas a otras 45, y que entre los fallecidos hay cabecillas insurgentes entre los que figura un dirigente del Movimiento Islámico de los Libres de Sham (Levante) y el presidente de una corte islámica de los rebeldes.
Según el último recuento publicado por el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 29 personas, la mayoría combatientes opositores, han perdido la vida en ese ataque, aunque la ONG no descartó que el número aumente porque hay informaciones de que otras siete personas podrían haber fallecido.
El atentado también ha causado una cifra indeterminada de heridos.
La ONG precisó que un suicida detonó el cinturón de explosivos que llevaba adosado a su cuerpo en medio de un grupo de combatientes que estaba efectuando el cambio de turno en el paso fronterizo.
La fuente confirmó que entre los muertos hay líderes militares de las facciones opositoras.
Los milicianos pertenecen a facciones sirias respaldadas por Turquía que participan en la operación de Ankara «Escudo del Éufrates» contra el EI en la vecina provincia de Alepo, aunque los kurdos han denunciado que también ha sido blanco de ataques por parte de las fuerzas turcas.
Desde el pasado 21 de agosto, varios grupos rebeldes sirios, con el respaldo de carros de combate y aviones turcos, desarrollan una ofensiva en el noreste de Alepo.
Durante la jornada de ayer, las facciones avanzaron y se han situado a dos kilómetros y medio de la población de Ajtarín, controlada por los yihadistas y en el norte de Alepo. EFE