El Estado Islámico reivindica el atentado con camión bomba en Bagdad
Bagdad, Irak | AFP | Un atentado con camión bomba reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI) dejó este jueves al menos 38 muertos y 80 heridos en Sadr City, el gran barrio chiita del norte de Bagdad.
El atentado, uno de los más mortíferos de los últimos meses, ocurrió hacia las 06H00 locales (03H00 GMT) en un mercado de Sadr City.
La explosión destruyó el mercado, mató a caballos de tiro utilizados para transportar las carretas cargadas de fruta y verduras e incendió vehículos.
Personal médico recogía restos humanos en el lugar del ataque, según pudo presenciar un fotógrafo de la AFP.
El grupo EI reivindicó el atentado en un comunicado difundido en internet, diciendo que era una «operación bendita que permitió a los soldados del Estado Islámico hacer estallar el camión bomba».
El grupo suele atentar contra miembros de la mayoría chiita de Irak, a los que considera herejes, y golpea con frecuencia lugares muy concurridos como mercados y cafés para causar el mayor número de víctimas.
Ataques como el de Sadr City avivan las tensiones sectarias. El general Raymond Odierno, que fue el comandante de las tropas estadounidenses en Irak entre 2008 y 2010, consideró el miércoles que el país quizá acabará dividiéndose.
Odierno aseguró que cada día ve «más difícil» la reconciliación entre chiitas y sunitas y señaló que, en el futuro, puede que «Irak no vuelva a parecerse a lo que fue en el pasado».
‘Quizá la única solución’
Respecto a una posible división, «creo que son la región, los políticos y los diplomáticos quienes tienen que encontrar una solución, pero es algo que puede ocurrir», dijo.
«Quizá sea la única solución, pero aún no estoy dispuesto a decir esto», añadió.
Irak tiene tres comunidades que podrían separarse si se dividiera el país: los kurdos, que ya tienen una región autónoma en el norte, los sunitas y los chiitas.
«Tenemos que lidiar primero con (el EI) y decidir después cómo será (Irak)», afirmó Odierno.
El EI conquistó grandes extensiones de territorio en Irak y en Siria desde junio de 2014, cometiendo una serie de atrocidades en ambos países: ejecuciones, secuestros y violaciones.
El ejército iraquí, que Washington formó y equipó por millones de dólares, no pudo hacer frente a la ofensiva yihadista en los primeros tiempos.
Pero fuerzas gubernamentales reconquistaron terreno en las últimas semanas con el apoyo de Irán y de la coalición liderada por Estados Unidos, aunque gran parte del oeste del país sigue en manos del EI.
Los atentados contra civiles ya eran frecuentes en el país antes de la aparición del EI, y cada mes mataban a cientos de personas.
Mientras los yihadistas combatían en otros frentes, la frecuencia de los ataques se redujo en la capital.
Los atentados siguen siendo, no obstante, un elemento fundamental de la estrategia del EI, que utiliza explosivos para defender las zonas conquistadas y recurre a kamikazes para causar el mayor número de víctimas.
El lunes pasado, tres ataques reivindicados por el EI causaron 33 muertos en la provincia de Diyala (noreste).
En julio, el grupo había reivindicado uno de los ataques más sangrientos de los últimos meses, un atentado suicida en un mercado que causó la muerte de al menos 120 personas y más de 100 heridos en Jan Bani Saad, una ciudad mayoritariamente chiita ubicada a 20 km al norte de Bagdad.