El enredo del español residenciado en Yaracuy declarado muerto en su país - 800Noticias
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EFE

El ciudadano español Ángel González, de 86 años, residente en Venezuela, espera en el estado Yaracuy que un juez de su país lo «traiga de vuelta» a la vida luego de haber sido declarado muerto en 2010, explicó a Efe una hija del octogenario, Angélica González.

«Nosotros lo que queremos es, por favor, juzgado, declaren a este señor vivo», remarcó la mujer de 39 años en una suerte de petición directa al mismo juzgado de España que declaró el 1 enero de 2008 como fecha del deceso de su padre, aun cuando la muerte se hizo oficial en 2010 y el hombre no se enteró de ese «error» hasta 2017.

El enredo ha ocupado páginas en medios españoles en los últimos días, especialmente luego de que a finales de septiembre circulara en redes sociales un video en el que el anciano declara que está «vivo en Venezuela» y pide «hacer viral» su testimonio.

La hija de González explicó que la declaración de fallecimiento del juzgado responde a una solicitud hecha años atrás por otra hija de su padre que vive en España, con la que ella nunca ha establecido contacto, y prefirió no elucubrar sobre las razones de aquella.

«Se lee claramente en la nota marginal -que llegó a sus manos en 2017- el juzgado declara el fallecimiento desde el 2010 de mi papá», subrayó la hispano venezolana que espera obtener para su padre una revitalización legal que le permita hacer trámites como ciudadano español.

Complicación

Desde que se enteraron de la noticia, explicó la mujer, han estado tomando decisiones «basados únicamente en la lógica» y para evitar que se complique más el asunto.

Por ello, prefirieron que el español no participara en las últimas elecciones de su país porque «sería un muerto votando».

González, nacido en La Laguna, en la isla de Tenerife, en 1933 y emigrado en 1978, se divorció en España antes de irse a América y mantiene una relación con una venezolana, «en matrimonio de hecho de manera ininterrumpida» en los últimos 40 años.

El hombre, el mayor de varios hermanos que siguen viviendo en España, no ha regresado a su país desde 1978 y ve difícil hacerlo ahora por el coste del viaje y por el temor a parecer un resucitado o que no lo dejen entrar por no aparecer en los registros.EFE

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