El enigma de “Romeo y Julieta” de la ciudad bíblica de Betsaida - 800Noticias
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Hace más de 3.000 años, una pareja en la ciudad bíblica de Betsaida, en Israel, fue enterrada en la clásica posición de «cucharita», con el brazo del hombre sobre el cuerpo de la mujer. Cuando los arqueólogos descubrieron los restos en 2010 los bautizaron como «Romeo y Julieta», en honor a la obra de Shakespeare. Y aunque se han esclarecido algunos aspectos de este hallazgo raro y romántico, el enigma de estos esqueletos sigue vivo.

«Aparentemente, murieron al mismo tiempo o, al menos, fueron enterrados al mismo tiempo antes de que sus cuerpos se descompusieran. Y como no se evidenciaron restos de trauma en los esqueletos, no tenemos idea de qué murieron», explicó Rami Arav, director del proyecto Betsaida y profesor de estudios religiosos en la Universidad de Nebraska en Estados Unidos en un artículo publicado en la propia web de esta Universidad.

Y es que a pesar de la posición íntima del entierro de la pareja, los arqueólogos ni siquiera están seguros de que fueran pareja. «La «posición de cuchara» fue hecha por la gente que los enterró. Quizás la gente que los enterró conocía la historia» de la pareja, apuntó el especialista.

En la investigación realizada en su día, los arqueólogos determinaron que el hombre y la mujer, probablemente, tenían 17 años y 14 años respectivamente. Concretamente, los adolescentes fueron enterrados en el siglo XII a. C. y debían ser residentes del reino bíblico de Geshur. Aparte de esto, poco más se sabe sobre la pareja.

En la conferencia virtual «La tierra que le mostraré», celebrada a finales de octubre, y que versaba sobre los estudios arqueológicos e históricos recientes del antiguo Israel, el expertó Arav comentó, según recoge «Live Science»: «Es muy muy raro encontrar una pareja como esta».

No se encontró ninguna ofrenda ni objeto con los cuerpos, y ni Arav ni nadie de su equipo saben si formaban parte de la aristocracia local o eran de origen modesto. A partir de los restos arqueológicos, explica este medio, los investigadores sí pueden decir que, en el momento en que vivía la pareja, la gente de Betsaida «era aramea».

A los arqueólogos les gustaría extraer ADN de los esqueletos de la pareja para aprender más sobre ellos, pero en este momento carecen de los fondos para hacerlo. Hace cuatro años, cuando el profesor Israel Hershkovitz, del departamento de antropología física de la Universidad de Tel Aviv, iba a dirigir la nueva investigación sobre los restos ya avisaban que incluso con un examen de ADN difícilmente se sabrá toda la historia de esta antigua pareja destinada a ser un misterio.

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