El dueño de Asos, tras perder tres hijos en atentados ahora es padre de gemelas
800noticias
Anders Holch Povlsen y su mujer, Anne, han sido padres de gemelas menos de un año después de que perdieran a tres de sus cuatro hijos en los atentados que tuvieron lugar en Sri Lanka durante las vacaciones de Pascua. Un milagro tras la tragedia que ha hecho enormemente feliz al matrimonio, tal y como ha confirmado su secretaria en un comunicado oficial al que ha tenido acceso el diario danés «Jylland Posten».
«Este miércoles 11 de marzo, Anders Holch Povlsen y su esposa, Anne, han sido padres de dos perfectas gemelas después de un buen embarazo y un parto sin complicaciones», comienza el escrito. «La familia está indescriptiblemente contenta tanto por la llegada de estos dos pequeños milagros a los que están deseando conocer como porque ellas suponen un motivo de alegría y de reafirmación de la vida para nuestra familia».
De las 253 personas que perdieron la vida en la masacre del 21 de abril, Alfred, Agnes y Alma, los hijos del empresario, fueron tres de esas víctimas. Únicamente su hija Astrid, de 10 años, sobrevivió a la explosión del hotel donde estaban pasando sus días libres, cambiando sus vidas para siempre.
Povlsen es el hombre más rico de Dinamarca, pero siempre ha mantenido los pies en la tierra y ha sabido gestionar su imperio. Comenzó incorporándose al negocio familiar de sus padres, tiendas de ropa, después de terminar sus estudios para ayudar en la internacionalización. En aquel momento las ventas online eran algo todavía impensable, pero la visión de su progenitor consiguió convertirlo en realidad y, con tan solo 28 años, Povlsen pasó a ser propietario de Bestseller Fashion Group China, una empresa que diseña colecciones propias para miles de tiendas en China y que distribuye a todo el mundo vía online.
El matrimonio se conoció cuando Anne comenzó a trabajar en el departamento de ventas de Asos, la idea de ambos fue siempre la de crear una gran familia. Fijaron su residencia en el castillo neoclásico y ex palacio real de Constantinsborg, cerca de la ciudad danesa de Aarhus, desde el que sus cuatro hijos salían cada mañana juntos para asistir a un colegio público, debido a la convicción de su padre de que una enseñanza como la que él disfrutó en su infancia es la mejor formación posible para una generación que «ha de saberse manejar con gente de todo el mundo y perteneciente a muy diversos ámbitos sociales», según él mismo comentó en una entrevista con la televisión danesa.
ABC.es