El drama de Luis Chataing| Su hijo menor sufre extraña condición de salud
Con información de El Universal
Luis Chataing, famoso animador venezolano, ha decidido compartir en sus redes sociales lo relacionado a la delicada condición de salud que sufre su hijo menor de siete meses. «He decidido compartir todo lo que nos ha tocado vivir en estos meses, para que nuestra experiencia pueda servirle a quienes estén viviendo la misma situación o estén pasando por algún proceso similar con sus hijos?, indicó en un primer texto publicado en su cuenta oficial de Instagram.
La esposa de Chataing , Ximena Otero, señaló que «simplemente nos tocó”, a la vez que decidió contar las inquietudes de la familia que ha conllevado la enfermedad de Síndrome de West diagnosticada a su hijo Sebastián.
El Síndrome de West es una enfermedad neurológica rara”, explicó el pediatra Manuel Lorenzo Fernández.
Las cifras que maneja el especialista hablan de un caso por cada 4 mil a 6 mil niños. Ximena Otero también se refirió a lo poco común de la enfermedad, comentando que apenas se les diagnostica a dos mil niños al año.
Suele manifestarse con espasmos, contracciones súbitas de los músculos, en cuello, tronco y extremidades, que duran entre cuatro y diez segundos. A veces no vienen solos: pueden estar acompañados de alteraciones respiratorias, movimientos del globo ocular, muecas o ausencias.
Lo más frecuente es que aparezca entre los cuatro y seis meses de edad, cuando la corteza cerebral ya ha alcanzado cierto grado de madurez.
En Sebastián, las primeras manifestaciones surgieron en marzo, a sus cuatro meses de edad, y eran tan sutiles que sólo las percibió su madre.
Luego llegaron las manifestaciones más agudas de la enfermedad, las consultas médicas, los exámenes y el diagnóstico.
Explicó Otero que las causas de la enfermedad que afecta a su hijo menor son desconocidas. Ese es uno de los tres tipos de Síndrome de West, también llamado criptogénico. Los otros son sintomático, la mayoría de los casos y cuyo origen se conoce; y los idiopáticos, los menos frecuentes, que son genéticos.
Aunque puede dejar secuelas como fallas en el desarrollo psicomotor y otros tipos de epilepsia, el Síndrome de West tiene tratamiento. Uno de los más eficaces es la hormona ACTH que es el que está recibiendo actualmente Sebastián. Otros fármacos son la vigabatrina, actual tratamiento de primera elección con escasos efectos tóxicos, el ácido valproico y la prednisona. “En otras ocasiones también puede recurrirse a la cirugía, en casos en los que los espasmos no responden a otros tratamientos”, dice el pediatra.