El diario El Siglo no circula hoy por falta de papel
Obstáculos en el procedimiento de nacionalización de un lote de materia prima proveniente desde Chile impidieron ayer su despacho, lo que marca nuestra ausencia en el mercado editorial por unos días, hasta tanto sea repuesto el inventario.
Hasta entonces, “elsiglo” estará a disposición de nuestros fieles lectores en las redes sociales y en la edición digital de nuestra páginawww.elsiglo.com.ve.
Sin embargo, el hecho de que no circulemos no lesiona nuestro compromiso histórico de informar, de puertas abiertas a la comunidad, sin olvidar que “elsiglo” es el escenario al que acuden todos los protagonistas sociales de Aragua y la región central.
Ante nuestra ausencia temporal, se abre un compás de peticiones, dirigidas especialmente a la necesidad de que al diario “elsiglo” se le dé acceso al papel periódico, tal y como ha venido ocurriendo con otros diarios, lo que nos colocaría en igualdad de condiciones para cumplir con el deber de informar a la colectividad.
Esta apertura nos permitiría competir en el mercado informativo de la región central, lo cual redundaría en un beneficio informativo para los vecinos necesitados de canalizar sus carencias, de los dirigentes políticos interesados en proyectar sus ideas, así como de los entes y gobernantes, quienes en nuestras páginas tienen una plataforma para proyectar sus obras.
Ciertamente, no tenemos acceso a la materia prima ni contamos con las mismas condiciones de acceso de los demás periódicos, lo que contrasta con el manifiesto interés de los actores sociales y políticos de acudir a nuestra sede para expresarse, y de los candidatos de aparecer en nuestras páginaspara contactar a los votantes.
El mensaje a nuestros fieles lectores es de agradecimiento por su fidelidad y les pedimos que se mantengan a la expectativa de nuestro regreso, el cual se concretará en los próximos días, una vez que el inventario sea despachado del puerto e ingrese en los talleres, donde nuevamente la rotativa se active para poner a “elsiglo” en los kioscos y en las manos de los pregoneros.
Fuente: Elsiglo
