El camino hacia la vida de los venezolanos con VIH
Por El Comercio de Perú
En la sala de Leonardo no hay más que una silla y un mueble viejo. De Venezuela solo ha traído una maleta con ropa y algunas pastillas. Ha llegado al Perú buscando alguna forma de no morir. Desde hace tres años vive con VIH. “Cuando me salió positivo, sentí decepción por mí mismo porque antes yo decía que a mí no me iba a pasar y a todos les aconsejaba protección”, cuenta.
Lo que le siguió al diagnóstico fue una cadena de sacrificios que aún no termina. Renunció a sus estudios, a su trabajo y, ahora, a su país.
Cuenta Leonardo que desde febrero pasado dejó de recibir los antirretrovirales, medicamentos que controlan la reproducción del virus y mejoran las defensas del organismo, y que los pacientes con VIH deben tomar diariamente sin excepción.
“Me dijeron que había desabastecimiento en las farmacias de sanidad, entonces vine a Perú”, explica.