El café de un caraqueño es referencia de excelencia en Cincinnati
Por Anahis Cruz
Daniel Noguera es un venezolano que encontró el éxito a través de su pasión por el café. Aunque estudió turismo en Caracas y se dedicó por años al mundo de los libros como editor de desarrollo encontró la realización en el arte de crear sabores a través del café.
En un comienzo, su idea no era la de emigrar, sino aprender y dominar otro idioma, Cincinnati (EEUU), terminó transformándose en su hogar, donde lleva radicado más de 23 años, la mitad de su vida.
Hoy este exitoso migrante venezolano cuenta con una cadena de tiendas en Cincinnati, una ciudad de Ohio en EEUU que lleva por nombre «Urbana Café», concepto que fue desarrollando con el tiempo y que comenzó a bordo de una Vespa.
Daniel transformó su primera Vespa junto a un amigo. Por meses a base de pruebas, errores y aciertos se dedicó en hacer realidad los sueños plasmados en maquetas y bocetos, hasta que pudo transformar la motocicleta en un bar andante con aire vintage, dedicado al servicio de café.
Cuando menos lo pensó recibió una invitación para instalarse los fines de semana en Findlay Market, ofreciendo al público esa adictiva bebida que lo enamoró y se llama café. «Yo nunca miré hacia atrás, siempre hacia adelante, y aunque tuve momentos difíciles lo conseguí», reconoce hoy, después de muchas idas y vueltas, y de muchos miedos.
Los inicios
El creador de «Urbana Café» recuerda que el año 2012 para él fue un año de cambios y decisiones, «los libros comenzaron a pasar de físicos a digitales, y la parte digital no me llamaba la atención y no era algo que me apasionaba, no era tangible para mí, no lo podía construir con mis manos y pasé un año redescubriéndome, pensando qué quería hacer con mi vida y es cuando tengo una ruptura en mi carrera», confiesa.
Tras pasar unas semanas en Italia, regresa a EEUU con la cabeza llena de ideas. Nada concreto, todo abstracto, pero comenzó a trabajar en esas ideas y se llenó de maquetas, planos y proyectos que finalmente se consolidaron. «A mí siempre me ha gustado el café, en mi casa siempre he tenido una máquina espresso y es cuando comienzo a pensar en esto, en el café como una forma de vida».
Viendo en Italia los paisajes y las Vespa que son tan tradicionales allá, pensó en los cafés, en el servicio, en los sabores. Comenzó a cruzar ideas y se preguntó con seriedad «¿y si vendo café que me da tanta felicidad?».
Desde ese momento marcó un cambio definitivo a su vida, las vueltas que le daba a su cabeza, comenzaron a consolidarse en la Vespa de sus sueños. ¿Qué pasa si pongo una máquina espresso en una Vespa? y vengo con esa idea de vuelta a Cincinnati».
La idea evolucionó, y con la Vespa el mercado y más productos. Luego vino el proceso de tostado artesanal y venta de café en grano, aprovechando la necesidad existente en el mercado de conseguir un grano de café de óptimas condiciones y excelente sabor.
La corazonada del éxito
Para Daniel no fue fácil dejar un trabajo estable donde permaneció y creció como profesional por más de 10 años para ir detrás de un sueño que no sabía si iba a funcionar, que tuvo sus altos y bajos, sin embargo, una corazonada y el deseo de sentirse bien con lo que hacía lo impulsó a apostar por lo que hoy en día es una próspera franquicia del café.
«Como ser humano te acostumbras a esa falsa seguridad, pero te acostumbras, y personalmente me tomo tiempo renunciar a mi trabajo, pero hoy puedo decir que soy afortunado de haber tenido las agallas de soltar ese trabajo por algo que no sabía si iba a funcionar», cuenta emocionado.
De la Vespa con servicio de café en un mercado histórico, sumó la venta al detal de café tostado en grano y de allí un salto a las franquicias con cuatro sucursales de «Urbana Café» en Findlay Market, Pendleton, Downtown Cincy y East Walnut Hills y la Pastelería Moxy que se sumó a la familia con un menú único. Daniel Noguera cumple 10 años en el mercado y se consolida en el ramo de los cafés de especialidades.
Urbana Café en el corazón de Cincinnati
El mercado más antiguo de Ohio, el Findlay Market que es una de las instituciones más apreciadas de Cincinnati y que recibe a más de un millón de visitantes cada año por su estratégica ubicación le dio la oportunidad de preparar y tostar café. Desde allí se hizo tradición conseguir cada fin de semana la Vespa cafetería con el buen humor y jovialidad de su dueño, que apostó el todo por el todo hasta consolidar su proyecto.
El ambiente de Urbana Café se conjugó con el mercado y el estilo del centro de la ciudad en Over-the-Rhine, un vecindario histórico rico en arquitectura del siglo XIX.
Pensando y sintiendo a Venezuela
Este joven emprendedor confiesa que, aunque lleva la mitad de su vida fuera de Venezuela, quiere seguir creciendo e incluir a Venezuela para futuras franquicias, pero «ahora es sólo un sueño». Reconoce que en las tierras venezolanas se cultiva un café de excelente calidad y aroma para deleitar paladares.
Mientras piensa en este nuevo sueño con sello tricolor, su slogan es una invitación «para que no vayas tan de prisa, te sientes y «disfrutes de tu taza de café perfectamente elaborada».