El Bayern Múnich herido visita el Bernabéu para intentar frenar la leyenda del Real Madrid
EFE
Convertir en posible lo que parecía inaccesible para cualquier equipo, conquistar dos ediciones consecutivas de la Liga de Campeones, y soñar con una tercera para marcar una época en la historia del fútbol, lo tiene en su mano un Real Madrid de leyenda ante un Bayern herido y obligado a remontar.
Quedará para la posteridad como el Real Madrid de Cristiano Ronaldo, el siguiente más laureado tras el de Alfredo Di Stéfano. Un equipo que se transforma en la competición de mayor prestigio, la Liga de Campeones, que domina con tres conquistas de las cuatro últimas ediciones y a un paso de su tercera final consecutiva bajo el mando de Zinedine Zidane.
Kiev espera a uno de los dos grandes favoritos al título, cruzados por el destino nuevamente en una eliminatoria grandiosa, el clásico del fútbol europeo, que el Real Madrid cambió de dirección en su historia reciente. Ha intercambiado el papel de bestia negra ganando los seis últimos enfrentamientos, conquistando tres ocasiones seguidas el Allianz Arena.
El 1-2 de la ida gracias a la remontada con goles de Marcelo y Marco Asensio sitúan en un escenario favorable a un Real Madrid que aprendió una lección en cuartos de final. Llegaba con tres tantos de ventaja de Turín y acabó sufriendo ante el Juventus para firmar un pase agónico gracias a un penalti en la última jugada del partido.
Provoca que el mensaje de Zidane sea claro a sus jugadores: «salir a ganar». No quiere especulaciones, que su equipo recule ni haga cálculos. La temporada está en juego en 90 minutos en un Santiago Bernabéu que vivirá otra noche mágica europea, con un ambiente en las gradas que han alentado técnico y jugadores para lograr el impulso definitivo.
A la gran cita llega Zidane con un par de condicionantes en su equipo titular tras la ida. En Múnich cayeron lesionados Dani Carvajal e Isco Alarcón. El primero deja una situación compleja en el lateral derecho, con Nacho sin ritmo tras un mes de baja y con solo dos entrenamientos con el grupo y Lucas Vázquez como parche de urgencia ya que la solución natural, Achraf, no cuenta con la confianza de su entrenador para los encuentros de enjundia.
En el caso de Isco tiene muy complicado jugar por el esguince de hombro que sufre y si lo hace tendría que ser infiltrado. Zidane tiene pocas ganas de arriesgar y todo apunta a Karim Benzema.
La opción de Gareth Bale, ausente en los onces de las eliminatorias ante PSG y Juventus hasta la vuelta ante el equipo italiano en la que duró 45 minutos en el campo, o la Marco Asensio, clave por segunda eliminatoria consecutiva ante el Bayern, tienen menos opciones.
Cristiano Ronaldo, a dos goles del récord en una edición de Liga de Campeones, necesita un acompañante arriba para encontrar espacios donde explotar su letal remate.
La estadística está de parte de un Real Madrid que firma el récord de ocho semifinales de Liga de Campeones consecutivas y lleva sin perder en el Santiago Bernabéu en esta ronda desde 2011, cuando cayó ante el Barcelona en medio de la polémica tras una expulsión de Pepe. Desde entonces ha logrado ante su afición cinco victorias y un empate. Además solo ha sufrido una remontada europea tras ganar a domicilio la ida, con Jorge Valdano en el banquillo en 1994 ante el Odense.
El Bayern llega a Madrid consciente de que necesita una hazaña para alcanzar la final de Kiev. Nadie habla de «milagro», porque no se trata de remontar una goleada ni se está en una situación de absoluta desesperanza, pero ya el hecho de tener que ganar en el Santiago Bernabéu y tener que marcar al menos dos goles es una tarea de dimensiones importantes.
Desde la temporada 2000/2001 no gana en el Bernabéu el Bayern, cuando se impuso con un solitario gol del brasileño Giovane Elber. El recuerdo del año pasado, sin embargo, cuando se llegó a Madrid con el mismo resultado, da cierta esperanza al club bávaro. Al final superó el Real Madrid la eliminatoria pero el conjunto alemán, tras haber perdido 1-2 en Múnich, logró forzar la prórroga y se sigue preguntando lo que habría pasado si no se hubiese quedado en inferioridad por la expulsión de Arturo Vidal, una de las grandes bajas ahora.
A la baja del chileno se agregan, como en la ida, las de Kingsley Coman y Manuel Neuer, y las nuevas ausencias de peso de Arjen Robben y Jerome Boateng por lesiones musculares. David Alaba, que también se perdió la ida, es duda, pero existe la esperanza de que pueda regresar al equipo en su posición de lateral izquierdo. Un error de su sustituto, Rafinha, regaló el segundo tanto a Asensio y marcó el duelo de Múnich.
La ausencia de Boateng será cubierta por Niklas Süle, que formará pareja de centrales con Mats Hummels sin que Jupp Heynckes, que puede vivir su último partido en la elite de la Liga de Campeones, tenga que hacer modificaciones por ello en su esquema.
El candidato para cubrir la baja de Robben es Thiago Alcántara, que ya lo reemplazó cuando el holandés se lesionó a comienzos del partido de ida. Su entrada probablemente implicará un desplazamiento de Thomas Müller a la banda derecha para retar a Marcelo en tareas defensivas. Será un clásico europeo que de nuevo marcará la historia reciente de la Liga de Campeones.