El asentamiento habitado sin interrupción más antiguo del mundo
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El cercano y Medio Oriente están llenos de ciudades de probada antigüedad, como Biblos, Sidón, Jericó, Susa. Menos conocida es la ciudad de Erbil, en el Kurdistán iraquí, en cuyo centro se encuentra un montículo fortificado que pasa por ser el asentamiento habitado ininterrumpidamente más antiguo del mundo: la Ciudadela de Erbil, reseña el portal La Brújula Verde.
En noviembre de 2018pasado la NASA publicó una imagen tomada por el Landsat 8 en que se aprecia a la pequeña ciudadela rodeada por la moderna ciudad, en lo que parece asemejar una rueda y que el redactor, Kasha Patel, aprovecha para señalar la coincidencia de que, según todas las evidencias, ya había gente viviendo en Erbil en el momento en que los humanos inventaron la rueda.
Y es que desde hace al menos 6.000 años siempre ha habido alguien viviendo en ese montículo elevado de 32 metros de altura que se ha ido formando por la acumulación de restos, escombros y barro de un asentamiento tras otro, y que hoy alcanza una superficie de 10 hectáreas.
En el siglo XIX se lo rodeó de altos muros, que le dan la apariencia de una fortaleza impresionante cruzada por estrechos callejones laberínticos de casas deshabitadas.
En 2017, según aseguraba el New York Times, solo una familia vivía en la ciudadela, precisamente para mantener el título de continuamente ocupada, después de que el resto de habitantes (840 familias) fuera trasladado (con una compensación económica) diez años antes para poder acometer un gran proyecto de restauración. Aun así, la mezquita sigue abierta y en uso, así como varios museos como el de antigüedades, que abren sus puertas a los turistas todos los días.
El objetivo del gobierno, una vez finalizados los trabajos de restauración y las excavaciones arqueológicas, es realojar a 50 familias en la ciudadela. Sin embargo, una década después del comienzo del plan, las cosas siguen igual.
La primera vez que la ciudadela de Erbil aparece en las fuentes históricas la encontramos en las tablillas de Ebla (Siria), hacia el año 2300 a.C. (hablamos de su descubrimiento en Cómo los arqueólogos descubrieron los primeros tratados diplomáticos, escritos en una lengua desconocida hasta entonces).
No obstante, se han encontrado pruebas de ocupación que se remontan, como decíamos al principio, al V milenio a.C. Numerosos fragmentos de cerámica neolítica y calcolítica han sido hallados en las laderas del montículo.
Fuente: La Brújula Verde.