Los trabajadores del mar destacan que el comprar combustible, a precio internacional, no es rentable y ante esto las faenas mermaron considerablemente.
El pescador Vicente Valerio comentó que muchos pescadores que quedan accidentados en altamar, porque no les rinde la gasolina que les asignan.
«El dinero no les da para vivir y faenar, la pesca no les da para comprar los corotos y la comida. Hay un poco de botes que no tienen como salir, la mayoría no salen desde hace tres o seis meses».
A juicio de los trabajadores del mar de la zona de Robledal, la situación del combustible empeoró desde principios de este año, generando la paralización del 80% de las embarcaciones.
Por su parte, José Antonio Miguel, pescador macanagüero, dijo que una pimpina de gasolina cuesta unos 35 dólares, y con eso recorren una distancia corta.
A su juicio, los 120 lts que les asignan mensualmente no es suficiente y eso solo alcanza para dos faenas al mes, el resto deben pagarlo de sus bolsillos.
Además, deben comprar el aceite que cada pote cuesta al rededor de 5$, todos los gastos operativos no siempre los cubre lo que pescan.
Los pescadores temen que la paralización del 80% de las embarcaciones, pronto pueda llegar a un 90%, ya que faenar ya no genera dividendos.
Con información de El Sol de Margarita
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