EEUU y Cuba sellan reconciliación con apertura de embajadas
Washington, Estados Unidos | AFP | Estados Unidos y Cuba formalizarán el lunes el restablecimiento de sus relaciones diplomáticas, con la reapertura de embajadas en Washington y La Habana, un paso definitivo que deja atrás más de medio siglo de ruptura y desconfianza.
Por primera vez desde 1961, cuando los países vecinos rompieron relaciones, la bandera cubana ondeará en la mansión de piedra caliza que ahora alberga la Sección de Intereses de Cuba en Washington.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, oficiará la ceremonia, a la que deberán asistir unas 500 personas. Una placa será develada para oficializar el nuevo estatus de embajada.
Rodríguez, el primer canciller cubano en Washington desde 1959, se reunirá luego con su par estadounidense, John Kerry, en la sede del Departamento de Estado, donde también se izará el pabellón cubano.
Mientras tanto en La Habana, el macizo edificio de hormigón que aloja la representación estadounidense le espera una callada transformación a embajada, sin actos oficiales previstos.
Los actos deberán esperar a John Kerry, que «pronto» viajará a La Habana, dijo el portavoz del Departamento de Estado, John Kirby.
El acercamiento es producto de «este nuevo ánimo pragmático que moldea el ambiente» entre los dos países, dijo a la AFP Ted Piccone, especialista en Cuba del Brookings Institute.
De hecho, la reapertura de embajadas es el primer avance concreto desde que los dos países anunciaran el 17 de diciembre el descongelamiento de las relaciones, al que le siguieron meses de negociaciones.
El presidente cubano, Raúl Castro, lo definió esta semana como la conclusión de «la primera fase» del proceso de «normalización», que tiene como principal escollo el embargo comercial contra la isla, vigente desde 1962.
El 20 de julio «comenzará entonces una nueva etapa, larga y compleja, en el camino hacia la normalización de las relaciones, que requerirá voluntad para encontrar soluciones a los problemas que se han acumulado en más de cinco décadas y afectan los vínculos entre nuestros países y pueblos», dijo Castro el miércoles.
La agenda bilateral que sigue es amplia: aviación civil, ambiente, narcotráfico, acceso de empresas al mercado cubano… y los dos países «deberán moverse rápidamente para aprovechar la reapertura», dijo Piccone.
Aún restrictivo, pero más libre
Según Piccone, Washington quiere superar la Guerra Fría y tener un enfoque constructivo con La Habana como una vía para «apoyar y empoderar a la sociedad cubana». Cuba necesita el «motor económico» de Estados Unidos -inversiones y capital humano- para «actualizar su modelo socialista sin llevar a cabo reformas políticas», apuntó.
«Hay aspectos comunes en los dos enfoques pero también profundas diferencias así que construir confianza será clave para avanzar», concluyó el experto.
El cambio de estatus diplomático, aunque no eliminará todas las restricciones para la embajada estadounidense en La Habana, es una mejora, señaló la subsecretaria de Estado para América Latina, Roberta Jacobson.
La rigurosa vigilancia policial será reducida frente al enorme edificio, construido en 1953 en la famosa costanera del Malecón, los visitantes no serán más registrados por los cubanos y la inviolabilidad de la valija diplomática deberá ser respetada, dijo Jacobson.
Algo impensable hace 10 meses, los diplomáticos norteamericanos, como sus contrapartes cubanos en Washington, tendrán libertad de desplazarse por toda la isla y reunirse con diferentes sectores de la sociedad, sin requerir de una autorización del gobierno. Una ampliación del personal en ambas capitales es esperado.
El respaldo diplomático también generará «confianza» en los empresarios estadounidenses, que ya no tendrán la impresión de estar «en un territorio ajeno», sin protección legal, dijo a la AFP Pedro Freyre, asesor legal de empresas norteamericanas en Cuba.
Aunque algunas restricciones de viajes fueron levantadas, los turistas estadounidenses aún no son libres de entrar a Cuba.
Pero muchos ya se preparan.
La aerolínea estadounidense JetBlue comenzará a volar entre Nueva York y La Habana, Airbnb agregó a Cuba en su catálogo y Estados Unidos empezó a emitir licencias para el transporte de pasajeros en ferry a Cuba. Los primeros botes podrían partir en septiembre u octubre desde Florida, 150 kilómetros de la isla.