EEUU supera los 8,5 millones de casos de covid-19 y los 224.700 muertos
EFE
Estados Unidos alcanzó este sábado la cifra de 8.568.625 casos confirmados del coronavirus SARS-CoV-2 y 224.751 fallecidos por la enfermedad de la covid-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20.00 hora local (00.00 GMT del domingo) es de 88.973 contagios más que el viernes y de 906 muertes más.
La barrera de los 8,5 millones de contagios se superó en Estados Unidos un día después de que el país registrara un nuevo récord diario de contagios, con más de 85.000 nuevos casos contabilizados el viernes.
El nuevo repunte de casos en Estados Unidos afecta sobre todo al medio oeste y a los estados que atraviesan las Montañas Rocosas.
Pese a que Nueva York ya no es el estado con un mayor número de contagios, sí sigue como el más golpeado en cuanto a muertos en Estados Unidos, con 33.418. Tan solo en la ciudad de Nueva York han muerto 23.963 personas.
A Nueva York le siguen en número de fallecidos Texas (17.774), California (17.319), Florida (16.417) y Nueva Jersey (16.281).
Otros estados con un gran número de muertos son Massachusetts (9.830), Illinois (9.751), Pensilvania (8.636), Georgia (7.766) o Michigan (7.484).
En cuanto a contagios, California suma 900.687, le sigue Texas con 878.601, el tercero es Florida con 776.251 y Nueva York es cuarto con 491.771.
El balance provisional de fallecidos -224.751- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente estadounidense, Donald Trump, rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para final de año Estados Unidos llegará a los 315.000 fallecidos y para el 1 de febrero a los 385.000.