EEUU prohíbe a sus aerolíneas comerciales los vuelos sobre Irán
EFE
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos prohibió a las aerolíneas comerciales estadounidenses los vuelos en espacio aéreo de Irán por los posibles riesgos derivados de tensiones políticas y actividades militares.
«Todas las operaciones de vuelo sobre las aguas de la región de información de vuelo de Teherán sobre el golfo Pérsico y el golfo de Omán quedan prohibidas hasta próximo aviso», anunció la FAA (por sus siglas en inglés) en una notificación.
La FAA justificó la prohibición en las «agudizadas actividades militares y las aumentadas tensiones políticas en la región, que presentan un riesgo inadvertido para las operaciones de aviación civil estadounidense por errores de cálculo o de identificación».
En su notificación, la FAA citó el derribo este pasado jueves de un dron estadounidense por parte de Irán.
Teherán asegura que el dron fue abatido con un misil tierra-aire cuando entró en su espacio aéreo en las primeras horas del jueves para realizar tareas de vigilancia, pero el Pentágono defiende que el aparato se encontraba en tareas de reconocimiento sobre aguas internacionales.
El derribo elevó más si cabe las tensiones entre Estados Unidos e Irán, una relación que se ha deteriorado desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, decidió retirar a su país del acuerdo nuclear con Irán y las potencias europeas.
Una decisión que acompañó de la reanudación de las sanciones contra la República Islámica levantadas bajo el pacto y que reforzó en mayo con el fin de las exenciones a otros países para la compra de crudo iraní.
Tras conocer el derribo del dron, Trump recurrió a su cuenta de Twitter para publicar un mensaje en tono amenazante: «¡Irán ha cometido un gran error!».
Sin embargo, horas más tarde, el mandatario restó importancia al suceso y señaló que posiblemente se había tratado de un accidente.
«Me parece difícil creer que fuera intencionado. Creo que fue alguien imprudente y estúpido el que lo hizo», afirmó Trump a periodistas durante un encuentro con el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.