EEUU podría separar familias migrantes tras orden de liberar menores
EFE
El Gobierno del presidente de EEUU, Donald Trump, podría mantener a los padres de menores indocumentados retenidos en centros de detención y liberar a sus hijos tras la orden de una jueza federal, según dijeron este martes representantes de la Administración federal.
Abogados del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) señalaron al magistrado federal James E. Boasberg, con tribunal en Washington, que aun no han decidido cómo van a cumplir la orden dada el pasado 26 de junio por la jueza federal Dolly Gee, quien determinó la liberación de los menores indocumentados debido a los riesgos de la pandemia del coronavirus.
Los representantes de la Administración federal pidieron además tiempo adicional para hacer más seguras las condiciones en los centros de detención, según recoge el diario The Washington Post.
Gee, con sala en un tribunal en Los Ángeles (California), ordenó que los menores queden libres antes del 17 de julio ya sea con sus padres o sino con personas que les acojan «o en otros espacios no congregados libres de COVID-19» con el consentimiento de sus progenitores.
«Los centros residenciales para familias están en llamas y no hay más tiempo para medias tintas», señaló la magistrada.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés) controla tres centros de detención para familias migrantes (dos en Texas y uno en Pensilvania) y, según el fallo de Gee, el 8 de junio había 124 menores en custodia.
Boasberg dio hasta el jueves para que la Administración federal informe sobre si es que piensa liberar también a los padres de familia y dispuso una audiencia para el próximo lunes.
Este magistrado lleva una demanda colectiva entablada por varias organizaciones a favor de los indocumentados en marzo pasado sobre las condiciones de los centros de detención a raíz de la pandemia del coronavirus.
Tras la orden de la magistrada Gee, varias organizaciones y legisladores demócratas han invocado a la Administración federal a que no separe a las familias de indocumentados y ponga en libertad a los padres de familia.
Hasta este martes, 2.949 indocumentados en los centros de detención del país han dado positivo al coronavirus SARS-CoV-2, y dos de ellos han muerto, mientras que 45 empleados en estas instalaciones han sido contagiados.