EEUU niega hostilidad con Corea del Norte y ofrece cooperación
EFE
El representante especial de Estados Unidos para Corea del Norte, Sung Kim, afirmó este jueves que su país no tiene ninguna hostilidad contra Corea del Norte y ofreció cooperación en asuntos humanitarios, después de que Pionyang acusara a Washington de hostil.
«Quiero dejar claro otra vez que Estados Unidos no mantiene ninguna intención hostil contra DPRK (siglas de la República Popular Democrática de Corea)» dijo Kim en Yakarta tras una reunión con el representante especial de Corea del Sur para los Asuntos de Seguridad y Paz en la Península de Corea, Noh Kyu-duk.
«También estamos preparados para trabajar en cooperación con DPRK en áreas de interés humanitario común», agregó el representante estadounidense, que apoyó la asistencia humanitaria a los «más vulnerables» de Corea del Norte y la completa desnuclearización de la península de Corea.
La declaración del diplomático norteamericano se produce dos días después de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, negara que vaya a aceptar una oferta de diálogo de Washington al considerar que este no ha modificado su «política hostil» contra Pionyang.
«Como demuestran claramente las acciones de los últimos ocho meses después de la instauración de la nueva administración estadounidense, su amenaza militar y política hostil contra nosotros no ha cambiado en absoluto», dijo Kim ante una sesión parlamentaria celebrada el miércoles en Pionyang y divulgada hoy por la agencia estatal KCNA.
Kim, cuyo país probó hace dos días un nuevo misil hipersónico en una escalada armamentística en la península, afirmó sin embargo que retomará en octubre las comunicaciones telemáticas con Seúl, rotas desde agosto.
Corea del Norte ha acusado a Seúl, con el que sigue técnicamente en guerra, y Washington de llevar a cabo actividades militares que «rebasan lo permisible, destruyendo la estabilidad y el equilibrio en torno a la península coreana».
Tras las rondas de contactos diplomáticos en 2018, las relaciones entre las dos Coreas se han ido enfriando desde la cumbre de Hanói y se encuentran actualmente en punto muerto.