EEUU | Luisiana se alista para el impacto del huracán Delta
EFE
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, instó este viernes a la población a mantenerse «vigilantes» ante el inminente impacto del huracán Delta, que con categoría 2 alcanzará en las próximas horas a este sureño estado de EEUU donde aún son visibles los estragos ocasionados por el ciclón Laura a fines de agosto.
«Prepárense para lo peor y recen para lo mejor, y sean buenos vecinos», pidió este viernes el demócrata en una rueda de prensa en la que dio a conocer que unas 9.500 personas ya se hallan en refugios a lo largo del estado, aunque bajo los protocolos de distancia social y mascarillas que impone la pandemia de la COVID-19.
Delta se mueve a 14 millas por hora (22 km/h) por el Golfo de México rumbo a la costa suroeste de Luisiana con vientos máximos sostenidos de unas 105 millas por hora (165 km/h), es decir algo más débil ique esta mañana, cuando era todavía un huracán de categoría 3.
Según el Centro Nacional de Huracanes, (NHC, en inglés) a las 19.00 GMT, el centro de Delta se ubicaba a 60 millas (105 kilómetros) al sur de Cameron, en Luisiana, estado que aún lidia con la reconstrucción de viviendas y edificios que el pasado 27 de agosto resultaron azotados por el huracán de categoría 4 Laura.
Delta llega cuando al menos 6.300 personas todavía se mantienen en albergues y hoteles como consecuencia de Laura.
El gobernador de Luisiana, donde ya se sienten fuertes vientos y la marejada ciclónica ha elevado el nivel del mar hasta 4 pies (1,2 metros) en algunas zonas, dio a conocer que mantienen un acuerdo con 40 hoteles para poder albergar a los que se hallen bajo orden de evacuación.
La pandemia del coronavirus, que en este estado ha propiciado un total de 170.878 casos y un «preocupante aumento de las hospitalizaciones, obliga a las autoridades a implementar medidas especiales, a raíz de las cuales el «mega albergue» de Alexandria, con capacidad para unas miles de personas, haya visto alcanzada su capacidad con solo 800.
El gobernador dijo que, de acuerdo a lo planificado, las personas no estarán más de 24 horas en albergues. Quienes mañana sábado estén en condiciones de retornar a su casa lo harán y los que no, podrán alojarse en hoteles.
John Bell Edwards no anticipa que se agote la capacidad para albergar personas, pero se mantendrán vigilantes a los daños que pueda ocasionar Delta.
Unos 2.500 miembros de la Guardia Nacional han sido desplegados para ayudar a responder a Delta.
LUISIANA, UN ESTADO FRECUENTADO POR CICLONES EN 2020
Con Delta serán cuatro los ciclones que han impactado en Louisiana en esta extraordinariamente activa temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que ha superado a la de 2005, inolvidable para este estado sureño pues fue cuando Katrina devastó Nueva Orleans y su periferia.
Este año Luisiana, que desde el martes se halla en estado de emergencia, ha recibido antes de Delta a las tormentas tropicales Cristóbal y Marco y al potente huracán Laura, que afectó en especial Lake Charles y Cameron.
Precisamente ambas localidades, donde hay temor de que los escombros que dejó Laura se conviertan en «proyectiles» por los vientos de Delta, se hallan dentro de la zona de riesgo, que se extiende desde High Island (Texas) hasta la ciudad de Morgan, cerca de la desembocadura del río Pearl (Louisiana), según el aviso de paso de huracán del NHC.
La marejada ciclónica, con entrada del mar en la tierra, el efecto más peligroso que puede tener Delta, puede producirse más allá de la zona bajo advertencia de huracán y puede elevar el nivel del mar hasta 11 pies (3,35 metros) por encima de lo normal en puntos como Vermilion Bay, en Luisiana.
Según el NHC, que advierte de posibles tornados en Luisiana y Mississipi, Delta se debilitará rápidamente una vez que toque tierra y para la mañana del sábado, cuando se mueva por el norteste del primero de esos estados, se espera sea una tormenta tropical.
Entre hoy y el sábado, Delta producirá lluvias con acumulaciones de 5 a 10 pulgadas (127 a 254 milímetros) y un máximo de 15 pulgadas (381 mm) desde el sureste al centro de Luisiana, con posibilidad de inundaciones repentinas en las ciudades y desbordamiento de ríos.