EEUU confía en que se forme un «grupo de amigos» sobre Venezuela en la OEA
EFE
Estados Unidos confió este miércoles en que la reunión de este jueves en la OEA permita formar un «grupo de amigos» que ayude a Venezuela a avanzar hacia «soluciones sostenibles» y reveló que hasta ahora ha negado la entrada al país a más de 60 venezolanos por sus supuestos abusos de derechos humanos y corrupción.
La subsecretaria de Estado adjunta en funciones para Latinoamérica en el Departamento de Estado, Annie Pforzheimer, describió ante varios congresistas las expectativas de Estados Unidos ante la sesión de este jueves sobre Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA).
«Creemos que la reunión de mañana será un punto de inflexión muy importante» en la crisis de Venezuela, dijo Pforzheimer en una audiencia centrada en el país suramericano en la Cámara de Representantes estadounidense.
«Podríamos ver la formación de algo así como un ‘grupo de amigos’ dentro de los Estados miembros de la OEA que pueda intentar trabajar con las partes en Venezuela e instarles a buscar soluciones sostenibles», añadió Pforzheimer en la audiencia, celebrada en el subcomité sobre el hemisferio occidental.
La funcionaria no aclaró si se refería a la propuesta hecha este martes por Argentina, que planteó que la OEA acompañe la mediación en Venezuela que lideran los expresidentes José Luis Rodríguez Zapatero (España), Leonel Fernández (R.Dominicana) y Martín Torrijos (Panamá) bajo el auspicio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Julio César Ayala, representante alterno de Argentina en la OEA, propuso «la conformación de un grupo de amigos del Consejo Permanente (que reúne a los 34 embajadores ante la OEA) que se ponga a disposición de los expresidentes y les acompañe y proporcione el respaldo conveniente en el ejercicio de sus imprescindibles misiones como propiciadores del diálogo».
Pforzheimer aseguró que Estados Unidos aprovechará la reunión de la OEA para seguir «llamando la atención sobre los abusos a los derechos humanos y otras acciones que socavan los principios democráticos» en Venezuela.
En su sesión extraordinaria, la OEA debatirá si se aplica a Caracas la Carta Democrática, el instrumento jurídico al que ha recurrido el secretario general del organismo, Luis Almagro, para aumentar la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro y que puede llevar a una misión de mediación (si hay 18 votos a favor) o, en último lugar, a la suspensión de Venezuela del ente (si hay 24).
Otro funcionario estadounidense aseguró en la misma audiencia que hasta ahora Washington ha impuesto restricciones de viaje a «más de 60» venezolanos y que está trabajando en la posibilidad de retirar aún más visados, pero no identificó a los afectados.
«Seguiremos evaluando más acciones contra aquellos que minan la democracia, cometen abusos de derechos humanos y se llenan los bolsillos de dinero público», afirmó el subsecretario de Estado adjunto para Democracia y Derechos Humanos, Michael Kozak.
En cuanto a las sanciones económicas, el director en funciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) en el Tesoro, John Smith, confirmó que las últimas que se han impuesto fueron las emitidas en marzo de 2015, cuando se congelaron los activos que pudieran tener en EE.UU. siete funcionarios venezolanos.
Varios congresistas republicanos abogaron por la ampliación de esas sanciones del Gobierno de Barack Obama al de Maduro.
«Hoy, muchos funcionarios del Gobierno en Venezuela que son responsables directos de abusos de derechos humanos, el deterioro de instituciones democráticas, la corrupción pública y el narcotráfico siguen teniendo la libertad de acceder al sistema financiero estadounidense», aseguró el congresista republicano Jeff Duncan.
«Eso no es lo correcto, y la Administración de Obama debería hacer más para resolver la crisis humanitaria, apoyar un resultado democrático y asegurar que quienes cometen abusos (…) no pueden acceder al sistema financiero de EE.UU.», agregó Duncan.