EE UU: “Estamos dedicados a ver que el diálogo en Venezuela tenga éxito”
AFP
Estados Unidos espera que el diálogo político en Venezuela culmine con un cambio “significativo” en la vida diaria de los venezolanos y en la convocatoria de un revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro, dijo este miércoles un alto funcionario del Departamento de Estado.
“Estamos completamente dedicados a ver que este diálogo tenga éxito para que, como resultado de ello, un cambio real y significativo en la vida diaria de los venezolanos a lo ancho del país pueda ser visto y disfrutado”, dijo John Kirby, portavoz del Departamento de Estado.
Dos días después del inicio de conversaciones entre el gobierno y la oposición, los insultos y acusaciones cruzadas entre las partes volvieron a surgir.
Pero Kirby subrayó que Washington sigue confiando en el proceso, destacando la presencia hasta este miércoles en Caracas del subsecretario de Estado estadounidense para Asuntos Políticos, Thomas Shannon.
“Seguimos confiando en un diálogo efectivo entre los venezolanos”, señaló el portavoz, trayendo a colación la situación de los derechos humanos y la realización de un referendo revocatorio contra Maduro, que la oposición empuja pero que quedó suspendido por el poder electoral.
Es “un paso necesario” para hallar una solución a los desafíos económicos y políticos, “empezando por el respeto a los derechos humanos y los procesos democráticos, incluyendo el derecho constitucional de los venezolanos a participar en un referendo revocatorio”, dijo Kirby.
El gobierno y la coalición opositora MUD iniciaron conversaciones el domingo, bajo el auspicio del Vaticano y Unasur.
En medio del diálogo, el gobierno excarceló el lunes a cinco opositores, y la oposición suspendió el martes un juicio sobre la responsabilidad de Maduro en la crisis y una marcha al palacio presidencial de Miraflores.
Pero las tensiones volvieron a surgir, luego que Maduro tildó de “terrorista” al partido Voluntad Popular, fundado por el encarcelado Leopoldo López, a lo que la MUD acusó al mandatario de dar “una patada a la mesa” de negociación.