EE.UU. empezará el muro con México en tres puntos clave con dinero propio
EFE
El Gobierno de EE.UU. quiere empezar la construcción del muro con México en los enclaves fronterizos clave de El Paso (Texas), Tucson (Arizona) y El Centro (California) y pagarlo con dinero aprobado por el Congreso, según informó este martes el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés).
Estos enclaves hacen frontera con las ciudades mexicanas de Ciudad Juárez (Chihuahua), Nogales (Sonora) y Mexicali (Baja California), respectivamente.
“Hemos identificado las posiciones alrededor de El Paso (Texas), Tucson (Arizona) y El Centro (California) para construir un muro en las áreas en las que las vallas o las zanjas ya no son efectivas”, apuntó el DHS en un memorando sobre inmigración.
En el año fiscal 2016, la Patrulla Fronteriza realizó 408.870 detenciones de indocumentados en el límite sur, 64.891 de ellas en el área de Tucson (la segunda con mayor actividad solo por detrás del Río Bravo), 25.634 en la de El Paso y 19.448 en la de El Centro.
El departamento liderado por el general retirado John Kelly también ha pedido a la Patrulla Fronteriza que “identifique áreas prioritarias para construir un muro o una barrera similar donde ahora no exista en la frontera”.
El documento aborda además la fuente de financiación de la obra al ordenar la “preparación de peticiones de presupuesto del Congreso para este año fiscal (con peticiones complementarias) y para los siguientes”.
También ordena a los gestores del departamento “identificar y asignar de inmediato todos los recursos disponibles para planear, diseñar, construir y mantener un muro, incluyendo la iluminación, la tecnología (incluyendo sensores), así como las patrullas y las vías de acceso”.
El muro en la frontera fue una de las promesas estrella con las que llegó a la Casa Blanca el presidente, Donald Trump, quien ha asegurado que el costo de la obra lo asumirá México, aunque el Congreso adelante el dinero.
El coste estimado del muro fronterizo ha ido creciendo progresivamente desde los alrededor de 8.000 millones de dólares que calculó inicialmente Trump, hasta los 21.600 millones, según los últimos cálculos del Departamento de Seguridad Nacional.