Ecuador tratará de zanjar «detención arbitraria» de Assange, dice canciller
EFE
El canciller de Ecuador, Guillaume Long, ha asegurado que su Gobierno se esforzará por zanjar «la detención arbitraria» de Julian Assange tras cuatro años asilado en la embajada de su país en Londres, en un comunicado divulgado hoy.
Long se reunió este domingo con el fundador de WikiLeaks y su abogado, el español Baltasar Garzón, en la legación de Ecuador de la capital británica con motivo del cuarto aniversario que cumple el australiano como asilado en ese edificio.
El periodista no ha pisado la calle desde que el 19 de junio de 2012 solicitara ayuda al Gobierno de Quito a fin de evitar su extradición a Suecia, un país que le quiere interrogar con relación a delitos sexuales que él niega.
Al cumplirse cuatro años de estancia en ese edificio, Long presidió un acto con Assange y el abogado del activista, Baltasar Garzón, en el que recordó que Naciones Unidas «declaró recientemente» que «está siendo retenido de manera arbitraria».
«Está confiando en un edificio diminuto y su salud se ha deteriorado», observó el ministro de Relaciones Exteriores ecuatoriano.
El canciller recordó también que «el Reino Unido y Suecia han pedido reiteradamente a los países que cumplan con los dictámenes de la ONU y, en este caso, ambos están ignorando esa decisión».
Ecuador «dedicará sus mejores esfuerzos a poner fin a esta detención arbitraria», aseveró Long.
En otras ciudades del mundo, varias personalidades han apoyado a Assange como el autor Noam Chomsky, el artista chino Ai Wei Wei, el filósofo Slavoj Zizek, el ganador del Nobel de la Paz Pérez Esquivel, el cineasta Michael Moore, la diseñadora Vivienne Westwood y el exministro de Economía de Grecia Yanis Varoufakis.
Assange fue detenido en Londres el 7 de diciembre de 2010 -después de que su portal filtrara miles de cables diplomáticos confidenciales de EE.UU.- a petición de la Justicia sueca.
El activista teme que una vez en Suecia, las autoridades suecas le entregarán a EE.UU., donde afrontaría un juicio militar y una eventual condena a muerte por las revelaciones de su portal.
Tras perder la batalla legal en el Reino Unido, Assange se refugió en la embajada ecuatoriana pero Londres le ha negado un salvoconducto para llegar a Quito y es vigilado 24 horas por la policía británica, que le detendrá si pone un pie en la calle.
El Reino Unido también ha rechazado facilitarle el desplazamiento a un hospital después de que Quito expusiera que necesita asistencia médica como consecuencia de su cautiverio de años.