Ecuador busca liderar iniciativas sobre migración desde un enfoque regional
EFE
Ecuador presidió esta semana un encuentro regional sobre la masiva migración venezolana, y junto a su reciente elección al frente del Foro Global sobre Migración y Desarrollo, aspira a liderar los esfuerzos para alcanzar una mínima convergencia entre los países latinoamericanos en materia de movilidad humana.
«Tenemos que ser innovadores, que los países encuentren nuevos mecanismos para responder a estas situaciones que son realmente emergentes», explicó a Efe el viceministro de Movilidad Humana de Ecuador, el embajador Santiago Chávez.
Quito albergó a principios de semana un encuentro de responsables técnicos de trece países de la región y a la que no asistió Venezuela, que analizó por primera vez desde un enfoque regional los distintos escenarios que plantea el fenómeno del éxodo de venezolanos a sus vecinos latinoamericanos.
De acuerdo a cifras de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), cerca de 2,5 millones han salido de Venezuela desde 2014.
En el último año la crisis migratoria se ha agudizado, obligando a las naciones limítrofes y a los que se han convertido en principales destinos a adoptar medidas excepcionales, y a los gobiernos a plantearse cómo pueden insertarse los desplazados en sus sociedades sin que ello repercuta en la seguridad o termine por desequilibrar sus recursos.
La reunión celebrada en la capital ecuatoriana concluyó con una declaración rubricada por once de los países asistentes tras unos debates que arrojaron varias conclusiones.
Entre ellas, el compromiso de los firmantes de redoblar los esfuerzos y flexibilizar las medidas exigidas a los migrantes, y que se deben buscar soluciones a medio plazo puesto que muchos de los que emigran llegan a los países para quedarse.
La mayor parte de los países de la región tienen limitaciones presupuestarias para hacer frente a esta crisis migratoria sin precedentes, por lo que en el encuentro sirvió como plataforma para sensibilizar al sistema de la ONU y a donantes sobre la cuestión.
«Lo que estamos afrontando realmente es una crisis humanitaria y no la podemos resolver de una manera individual, sino de forma conjunta», apostilló Chávez.
Resquebrajados los organismos mutilaterales que antaño surgieron en Suramérica fundamentalmente en torno al eje bolivariano, la crisis venezolana ha puesto de manifiesto la necesidad de mayor integración o nuevos liderazgos para hacer frente al fenómeno humano de la migración, independientemente de la tendencia política de cada gobierno.
El viceministro resaltó en ese sentido el papel que está adoptando Ecuador para liderar los esfuerzos conjuntos y constituirse en el primer país suramericano que presidirá el próximo año el Foro Mundial de Migración y Desarrollo.
«Le damos una preminencia enorme. Esperamos trabajar dentro de lo que es migración y desarrollo para buscar nuevos caminos y mejorar todo este sistema de ayudas para la migración y refugio», defendió.
Ecuador cuenta desde el año pasado con una Ley Orgánica de Movilidad Humana que garantiza los derechos de las personas en situación de migración, que es considerada una de las legislaciones más punteras sobre la materia a nivel mundial.
Daniel Kersffeld, exasesor de la Cancillería ecuatoriana y autor de varios libros sobre migración, considera que ese hecho sitúa al país en una posición de liderazgo.
«Lo que es innegable es que el tema de la migración de venezolanos está ahí presente y al mismo tiempo es utilizada de distintas maneras: como una cuestión humanitaria pero también como un arma de ataque contra el Gobierno de Nicolás Maduro», sostiene.
Oriundo de Argentina y doctor en Ciencias Sociales, repasa los numerosos procesos migratorios que ha soportado el continente latinoamericano e insiste en que el caso venezolano puede ser aprovechado para buscar la integración y un consenso regional.
«Más allá del problema de los venezolanos, se olvida que América Latina históricamente es una región de procesos de movilización», afirma al citar como ejemplos los casos de Ecuador hace dos décadas, cuando entre uno y dos millones de nacionales emigraron por una grave crisis económica, o el conflicto armado en Colombia que obligó a cerca de 1,5 millones de colombianos a radicarse en Venezuela.
«Ojalá esta crisis sirva para analizar un problema que excede a Venezuela y es una constante en la región», concluye Kersffeld.